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Para el gran público

COMEDIA EN EL ENTORNO GOOGLE

COMEDIA EN EL ENTORNO GOOGLE

Los becarios, de Shawn Levy, aprovecha el tirón cómico de dos especialistas en el género, quienes ya funcionaron como una maquinaria de relojería en De boda en boda, para gestar otra comedia. Esta vez no centrada en las relaciones de dos jueguistas en un entorno nupcial, sinó en dos vendedores quienes, viendo limitado su trabajo, deciden probar suerte como becarios en Google y enfrentarse a un nuevo entorno laboral creciente y cambiante.

El mundo informático, la diferente tipología de trabajadores, la cooperación entre colegas para lograr un objetivo común son algunos de los temas de los que trata esta película amable y simpática, sin sobresaltos ni originalidad extrema, pero que cumple su cometido: entretener, hacer pasar un rato agradable, echar unas risas, gracias a la vis cómica del dúo Owen Wilson-Vince Vaughn. 

También se le puede reprochar que no explote un poco más a ciertos personajes secundarios -que podrían haber dado bastante juego- y que no exprima al máximo no las dinámicas de comedia, sinó la posibilidad de profundizar un poco más en las situaciones que se dan en los entornos informáticos actuales. No obstante, cumple el clásico patrón de film de entretenimiento: si algo funciona y es ligero y distraido, no hace falta cambiarlo ni darle muchas vueltas. Eso es lo que es Los Becarios, un jueguete tan blanco, tan inofensivo como olvidable.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Vince Vaughn-Owen Wilson son dos becarios de Google en busca de divertidas aventuras.

INQUIETANTE CÓCTEL DE GÉNERO

INQUIETANTE CÓCTEL DE GÉNERO

Presentada en la pasada edición del Festival de Sitges, por fin se ha estrenado en las carteleras, Insensibles, de Juan Carlos Medina. Se trata de una curiosa ópera prima, que presenta varios puntos interesantes. En primer lugar, por la acertada combinación de ir entrelazando dos historias. Una de ellas, es un relato situado en el pasado, ambientada en la Guerra Civil y que se alargará hasta la década de los 60, en un sanatorio donde hay niños recluidos con una extraña peculiaridad: no sienten dolor físico ni reaccionan ante quemaduras, accidentes, etc.

La otra, situada en el presente, es la dramática peripecia de un neurocirujano (interpretado con su solvencia habitual por Álex Brendemühl) que necesita encontrar unos donantes de médula compatibles para salvar su vida. Hallará en sus padres, no sólo la posible respuesta a sus problemas, sinó una puerta a interrogantes sobre su pasado, que quedaron irresolutos.

En segundo lugar, por la riqueza de géneros por la que transitan ambos relatos: del fantástico al thriller psicológico con toques de terror, del drama personal al infierno colectivo. Aunque eso sí, cabe decir que ambas tramas no son igualmente interesantes ni mantienen del mismo modo la atención del espectador: la de los niños es mucho más inquietante y perturbadora que el dramático deambular del neorocirujano.

No obstante, hay que reconocer que, a pesar de que el guión flojee en una de sus partes, la voluntad de Medina por crear un relato visualmente impactante y narrativamente potente, hace que la película, pese a sus limitaciones, sea una más que notable propuesta de género, con elementos suficientemente atractivos, enfermizos y estimulantes para contentar al público ávido de historias de género que tengan algo qué decir. No lo lamentaréis.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Un inquietante pasado se nos revela.

HUMANOS Y HONESTOS, ANTE TODO

HUMANOS Y HONESTOS, ANTE TODO

Somos gente honrada es la ópera prima de Alejandro Marzoa, una película, presentada en la pasada edición del Festival de Málaga, que se inscribe en una de las tendencias del cine español actual que es la creación de una comedia dramática muy humana, partiendo de un hecho de la realidad social, para ver cómo un factor externo desencadenante puede llegar a trastocar no sólo a unas personas, sinó también a familias enteras.

Si hace un par de años, Cinco metros cuadrados, de Max Lemcke, nos habló de los efectos devastadores de la especulación immobiliaria, rompiendo los sueños de una pareja; en esta ocasión, en Somos gente honrada se parte de un hallazgo casual por parte de dos amigos de mediana edad, Suso y Manuel, que encuentran un alijo de 10 kilos de cocaina en la playa de A Coruña, para poner en marcha los mecanismos que pueden hacer sacar lo mejor y lo peor del ser humano. 

Paco Tous (Suso) y Miguel de Lira (Manuel) componen, con total humanidad y honestidad, a dos personajes castigados por la actual crisis económica y que ven, en esa droga, la panacea para solucionar todos sus problemas. En el caso de Suso, es un padre de familia con una mujer (también notable, Marisol Membrillo) que es una gran cocinera y un hijo que sólo sueña con ir de viaje de final de curso a Palma de Mallorca (Manuel Lozano, el niño de La lengua de las mariposas, de José Luís Cuerda, que se ha hecho mayor). Referente a Manuel, es un trabajador de una agencia immobiliaria, quien, tras una década, no ha superado la muerte de su esposa, a pesar de tener el respaldo de un hijo pequeño y de una hija mayor (algo desaprovechada, Manuela Vellés) y su yerno (Unax Ugalde), un policia que no resultará ser lo que parece a simple vista. 

El alijo de droga es el pretexto para poner sobre la mesa una historia que se mueve como pez en el agua entre la comedia sencilla y eficaz -a veces patética, pero siempre muy sensible-,y el drama familiar y social, con toques de amargura, en la que el espectador se siente cercano a los personajes. Muy especialmente próximo a los dos protagonistas porque, a pesar de sus imperfecciones y de sus dudas, son dos personas de carne y hueso, cuya bondad, amistad y sentido de la familia, es mucho más fuerte que cualquier otra circunstancia externa. Una película altamente recomendable. Ha sido una grata sorpresa descubrirla. 

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Los dos amigos se plantean qué hacer con 10 kilos de cocaina.

COMEDIA CULINARIA FRESCA Y DIVERTIDA

COMEDIA CULINARIA FRESCA Y DIVERTIDA

Roger Gual, director de Smoking Room, firma Menú degustació, una comedia ligera y muy entretenida ambientada en un restaurante catalán de alta cocina.Vicenta NDongo es Mar, la chef de este restaurante, que está a punto de cerrar. Durante la última noche se reúnen entorno a la última cena, una serie de personajes curiosos: una pareja que reservó hace un año y que están pasando por una ruptura, Rachel (Claudia Bassols) y Marc (Jan Cornet); dos japoneses que tienen que compartir mesa y también a una excéntrica traductora (Marta Torné); una condesa que viaja con las cenizas de su esposo (Fionnula Flanagan), un misterioso individuo, que se marcha sin pagar de los restaurantes (Stephen Réa), etc. Todos ellos, se verán afectados por un contratiempo de última hora (se pueden quedar sin postre), y todos cooperarán para intentar que se solucione. Enredos; cocina; amores y desamores son los ingredientes principales de este menú servido con mucho cariño.

Al ser una comedia culinaria, la película acierta con la buena idea de encontrar su fuente de inspiración en el restaurante el Bulli. Además, de contar con el asesoramiento de Carme Ruscalleda y de dos de los hermanos del Celler de Can Roca (quienes, además, aparecen haciendo un cameo en el film), que acaban de ser considerados como el mejor restaurante del mundo por una prestigiosa revista británica. 

Por otra parte, la cinta resulta muy fresca, agradable y veraniega, con una comicidad muy acertada y apta para todo tipo de espectadores. Así pues, se trata de una más que recomendable comedia que, aparte de abrirnos el apetito con sus suculentos platos, nos arrancará más de una carcajada, que hará que se nos pase el tiempo volando e inevitablemente, nos sintamos un poco huérfanos de diversión cuando se acabe.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Dos de los hermanos de El Celler de Can Roca hacen un cameo en la película.

PERVERSO E INTRIGANTE ROMPECABEZAS

PERVERSO E INTRIGANTE ROMPECABEZAS

Danny Boyle es un autor británico a quien, desde el principio de su carrera, nunca le ha gustado dejar al espectador indiferente. Sus personajes se caracterizan por no ser planos, ni ser lo que en principio se piensa de ellos, sinó tener múltiples recovecos. Así como sus historias, tiendan más hacia la comedia (Una historia diferente), hacia el cine negro (A tumba abierta), cine social (Trainspotting) o el thriller (Trance), siempre están plagadas de giros de guión, cambios de tono, que las hacen sumamente particulares. La emoción y la espectacularidad narrativa (y también visual) ha estado presente en muchos de sus relatos, pero fue especialmente cumbre en obras como Slumdog Millionaire o 127 horas. 

Por ello, tanto a los seguidores como a los detractores de este cine tan particular, no debería extrañarnos su nueva película: Trance, un film que, por cierto, rodó a modo de divertimento mientras preparaba la exigente tarea de dirigir la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres. 

¿Qué es Trance? A grandes rasgos e intentando generalizar para no desvelar ninguna de sus múltiples sorpresas, diremos que es la historia de Simon (James McAvoy), un empleado de una casa de subastas londinense, quien se ve gravemente implicado en el robo de un cuadro, El vuelo de las brujas, de Francisco Goya por parte de Franck (Vicent Cassel) y una peligrosa banda de atracadores de obras de arte. Tras un accidente, Simon pierde la memoria y es ayudado por una terapeuta, especialista en hipnosis, Elisabeth (una sensual y decisiva, Rosario Dawson). Y hasta aquí podemos explicar...

Hay que decir que no es un film de robos, ni un thriller convencional al uso, sinó que la trama se convierte en un ejercicio autoconsciente de manipulación, engaños, adicción, pulsiones y pasiones. Tramposa, efectista y entretenida, Danny Boyle se divierte a placer confundiendo al espectador, ayudado por un trío protagonista McAvoy-Dawson-Cassel tan efectivo como atractivo. Entre ellos, se tejerán una serie de relaciones, donde el deseo sexual, la malsana idea de belleza y perfección y la búsqueda de un amor fuera de lo convencional serán de vital importancia para el desarrollo de la historia.

Con una impresionante secuencia de arranque y un montaje y una dirección portentosas -sólo hay que ver cómo se plantean las escenas de hipnosis, lo loss recuerdos y sueños, etc-, el espectador es confundido a menudo entre realidad y ficción, envuelto en una espiral tan adictiva como peligrosa, tan rocambolesca como sus múltiples giros de guión y diferentes niveles de lectura de esta historia. Estamos ante una obra que, a pesar de algunas soluciones narrativas visuales un tanto fantásticas y desproporcionadas, así como un final tan pirotécnico como inesperado, el espectador la ve con interés creciente, enganchado a su hipnótica y sugerente trama: un perverso e intrigante rompecabezas. 

SONIA BARROSO.- 

Pie de foto: Elisabeth ayudará a Simon a recuperar su complejo pasado.

CON AROMA DE COMEDIA CLÁSICA

CON AROMA DE COMEDIA CLÁSICA

Regis Roinsard ha realizado en su ópera prima, Populaire, un nostálgico homenaje a las deliciosas comedias de los años 50 con Doris Day y Rock Hudson. Narra la bonita historia de Rose Pamphyle (Déborah Françoise), una jovencita, bella e inocente chica de provincias que comienza de cero como secretaria en el despacho de Louis Échart (Romain Duris), un hombre que descubrirá todo su potencial con la mecanografía, inscribiéndola a los más variados concursos para convertirla en la reina de la máquina de escribir. 

Una historia con muchas similitudes al mito de Pigmalión y, por consiguiente, a My fair lady, de George Cuckor, pues en esta ocasión, la joven también es instruida con ahínco y dedicación por un hombre culto, más mayor y que ve en ella un potencial escondido, pero latente y llamativo. 

La película se estructura como una comedia clásica, aunque eso sí, el director sabe imprimirle el ritmo necesario para no aburrir y que el ascenso y las aspiraciones de esta chica se sigan con creciente interés. Incluso hay escenas que nos recuerdan a duelos de western, sobre todo, por lo que se refiere a las rivalidades en los concursos de mecanografía. Además, destaca una cuidada recreación de la época, con el vestuario y la ambientación, así como una fotografía en colores pastel, que nos sitúa en la trama. 

Un punto fuerte es la complicidad y la química entre François y Duris, elemento primordial para conseguir que el film sea encantador, alegre, melodramático, romántico y haga las delicias de los espectadores. Tampoco nos podemos olvidar del buen trabajo de Bérénice Béjo en un papel secundario, pero decisivo en la trama.

Así pues, quien busque recuperar el sabor de las comedias de antaño, ésta es una buena ocasión para celebrar la inocencia de aquellas películas, tramas y situaciones, que, para los más nostálgicos, aún siguen teniendo vigencia en la actualidad.

SONIA BARROSO.-

ENTRE PILLOS ANDA EL JUEGO

ENTRE PILLOS ANDA EL JUEGO

Presentada en la última edición del festival de Sitges, El gran golpe (The Thieves), de Dong Hoon-Choi, es la película más taquillera de la historia de Corea del Sur. El secreto de su éxito radica en trasladar, en clave coreana, el cóctel thriller-comedia-acción que tan bien funcionaba en propuestas como Ocean´s eleven y Mission:Imposible. 

La trama se centra en las peripecias de una banda de ladrones con dispares habilidades para el arte del huerto a gran escala, en este caso, pretenden un robo de diamantes dentro de un lujoso casino en Macao. Pero los distintos miembros de la banda tienen ocultos intereses.Traiciones, amoríos, ambición, rencillas, la posibilidad de saldar cuentas pendientes y el continuo cambio de escenarios internacionales serán los platos principales de este film que se divide en varias partes.

En la introducción, conocemos a cada uno de los ladrones y su idiosincrasia personal, así como las interacciones entre la banda. El nudo se centra en el asalto y robo al casino. Y el desenlace, son todas las vueltas de tuerca habidas y por haber hasta el punto que, la tan rocambolesca y adrenalínica trama hace que a la película no se le vea una resolución clara, pues ésta se pierde en muchos momentos en subtramas y acciones-reacciones con desigual interés. Es evidente que lo mejor de la propuesta es la historia romántica entre los más veteranos, una subtrama que ójala hubiese dado para mucho más. También creemos que la película hubiese ganado en agilidad con un metraje inferior a las 2horas 15 minutos. 

Así pues, quien busque salirse de las habituales películas complicadas de compatriotas surcoeranos como Park Chan-wook y Kim Ki-duk, y quiera una propuesta más mainstream, espectacular, pirotécnica y resultona, aquí lo va a encontrar: éste es un más que digno producto de entretenimiento.

S.BARROSO/D.PALOMAR.-

Pie de foto: La veteranía es un grado.

EL EPITAFIO DE LA MANADA

EL EPITAFIO DE LA MANADA

La buena comedia siempre entiende el género como algo mas que una concatenación de gags mas bien inspirados. Es el espejo en donde se caricaturiza la realidad de unos personajes que reflejan las filias y fobias de la sociedad. Por eso, cuando el sustrato se adueña de la comedia, no sólo enriquece el producto como contraste, sinó que resulta clave para empatizar con los desdichados cómicos que resbalan en la piel de plátano. Resacón 3 opta para darle oxigeno a una saga agotada por reforzar ese aspecto, en detrimento del gag corrosivo y, en muchos momentos, contribuye al menos es mas que las sagas tienden a olvidar a veces.

Porque, al menos, Resacón 3 opta por no hacer un reboot exploit del film original para exprimir la gallina de los huevos de oro como lo fue su periplo tailandés. Si lo mejor de la segunda entrega fue la carga emocional del personaje de Stu, aceptando su propia naturaleza, aquí el mas descerebrado de la troupe, Alan, se convierte en el tren de mercancías que acaba por descarrilar y arrastra su "wolf pack" en busca de su definición coral ,pero en este caso, sobretodo individual.

Para eso, el film decide darle entidad al conjunto de la saga, algo que en el fondo no tiene mucho sentido, ya que la odisea nació con el recorrido de una única estación. Eso hace que el film vuelva a visitar lugares comunes con la excusa autoreferencial de alimentarse a través del pasado. Sin embargo, su presunto giro hacia el dramatismo contribuye a la dosificación y mejor elección de sus gags que ,aunque esten monopolizados por los mismos personajes (el de Galifianakis y Jeong) no es menos cierto que, al menos para este humilde crítico, el de Stephen Chow adopta su versión mas inspirada de la saga. Cierto que los derroteros acaban siendo muy previsibles para una saga cuya gran baza fue el factor sorpresa, pero su función de broche digno con chistes efectivos, cumple.

JOAN BOTER ARJONA.-

Pie de foto: Alan y Mr.Chow se apoderan de esta gamberra función. 

TODOS SOMOS SANTACO

TODOS SOMOS SANTACO

Cuando Danny Boyle ganó el óscar en 2008, pronunció una frase que refleja a la perfección el quid de cierto tipo de cine. Dijo que "El éxito de Slumdog Millionaire ha puesto de manifiesto el interés del público por películas que traten cuestiones sociales y problemáticas de gravedad." Y servidor corrobora perfectamente esa frase. Porque en demasiados ocasiones ese subgénero ha mirado la realidad a traves de los cristales de unas gafas de pasta, que acaban deformando esa realidad a su antojo como si un espejo cóncavo se tratara. Algo que no conecta con las clases medias-bajas cuya población cada vez es mas amplia. Porque no reflejan su "mundo", sinó una versión intelectualizada de este. Y cuando no se usa ese prisma, siempre viene el mainstream que carcaturiza con poco acierto ese sector de la sociedad.

Por eso, películas como La Estrella son un soplo de aire fresco en nuestro cine; y el cine en general. Donde otros hubieran tratado la historia de esta "superwoman" de Santa Coloma con impostura, Alberto Aranda la filma con frescura, naturalidad y espontaneidad. Se nota que el guión de Belén Carmona, basado en su novela del mismo nombre, retrata esos barrios estoparios de rumba, flamenco, mezcla cultural y agallas. Una historia que nos cuenta las peripecias de La Estrella: una mujer alegre, positiva, con mucha luz y muy resultona. Que le encanta bailar, cantar, que tiene " duende y "estrella”. Una mujer, que, sin embargo, a sus cuarenta años, convive con una sensación de vacío, mientras se dedica a limpiar nichos en un cementerio mientras escucha Radio Teletaxi y se parte el alma por la gente del Santaco de su corazón.

No sólo el texto respira naturalidad. El reparto también. Ingrid Rubio está magnífica como la protagonista. Marc Clotet realiza un rol diferente al que nos tiene acostumbrados, con veracidad pasmosa, y Carmen Machi está perfecta en su rol de Trini, una apocada mujer que representa la antítesis de la valiente Estrella y cuya química entre sus personajes brillan sin artificios. Se nota que todos creen en la propuesta, que saben que están plasmando un mundo tan real como una tortilla de patatas.

Además, a pesar de cierta previsibilidad y esquematización del relato -con una puesta en escena algo impersonal, eso sí-, el film huye de varios lugares comunes para articular un pertinente relato sobre una sociedad que ha perdido los valores frente al mercantilismo. Y que, a pesar que trata con dureza, temas tan contundentes como el maltrato conyugal (tanto psíquico como psicológico) o el racismo latente en la sociedad, lo hace a través de una luminosidad inusitada, que convierte el film en una experiencia casi terapéutica.

En definitiva, La estrella se estrena ante un panorama complicado. Con la crisis mundial, el 21% de IVA, los prejuicios aún latentes sobre la producción cinéfila española (y en especial este tipo de cine) y los blockbusters del verano a la vuelta de la esquina que siempre atraen al grueso del público potencial de las salas. Pero bien vale una oportunidad. Porque es muy entretenida, divertida, con sentimiento, pero, sobre todo, con un halo de esperanza que impregna al espectador durante la proyección y que no lo suelta en cuando las luces se encienden de nuevo. “Sales mejor de lo que entras", nos contó Ingrid Rubio. Y este crítico lo suscribe. Vayan a verla. Cierto es que no es ninguna obra maestra, pero realmente vale la pena su visionado. No os arrepentiréis.

JOAN BOTER ARJONA.-

Pie de foto: Una estrella luchadora, que brilla con luz propia.

 

SUBIENDO EL LISTÓN

SUBIENDO EL LISTÓN

Lo que empezó siendo una película de segunda línea de buscavidas con sus coches tuneados está siendo una saga con serios visos de continuidad, ya va la sexta entrega de Fast and the Furious. Esta saga tiene como un componente de identidad las ciudades en las que discurre la acción, ya sea Los Ángeles, Tokyo, Río de Janeiro. Ahora es el turno de Londres y Tenerife.

Cualquier serie de películas no sólo tiene que mantenerse a  fiel a sus orígenes. Ha de contener elementos que hagan que se reinvente pues además de entretener al espectador, ha de lograr que se pregunte cuándo es la próxima entrega tras encenderse las luces de la sala.

En esta ocasión, hay personajes de cada una de las anteriores entregas  y su director, Justin Lin, es un habitual de la saga. Al dúo protagonista de la primera entrega (Paul Walker como el ex-agente O’Conner y el Vin Diesel en su papel del rebelde Dominic Toretto) se les suman personajes como nuestra bella Elsa Pataky y el wrestler Dwayne Johnson.

La trama es más elaborada de lo habitual, pues no sólo hay acción y gasolina, sino elementos que no desentonarían en una de James Bond. La mujer de O´Conner (Jordana Brewster) es secuestrada por un villano (interpretado por Luke Evans), que es un malo malísimo con ecos a algunos de los famosos malvados de la saga O77. Para combatirlo, el agente Luke Hobbs (Johnson), requiere de la ayuda de Toretto, quien reúne en Londres a su antiguo equipo. La aparición de Letty Ortiz (Michelle Rodríguez), un personaje que estaba teóricamente muerto desde la 4ª entrega y de Riley (Gina Carano), darán un vuelco a la historia, aparte de proporcionar una de las peleas más sorprendentes de la saga.

A destacar algunas de sus elaboradas y coreografiadas escenas de acción, como el espectacular tramo final en un carguero (nada que ver con Iron Man 3) y la aparición de Jason Statham, quien no sólo se coló en Los Mercenarios, sinó que su presencia es más que continuista y justificada.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Michelle Rodríguez y Gina Carano, peleas de alto octanaje.

TECNOLOGÍA ANTIARRUGAS

TECNOLOGÍA ANTIARRUGAS

Desde hace aproximadamente unas décadas se viene sucediendo películas que tratan de personas quienes, en vez de vivir un sosegado y merecido retiro, se resisten a vivir condicionados por tener más de 65 años y deciden seguir con sus actividades productivas. Dentro de este marco, se presenta Un amigo para Frank, de Jake Schreier, quien obtuvo merecidamente el Premio del Público en la pasada edición del Festival de Sitges. 

La acción se sitúa en la confortable América de Suburbia unos años más adelantados a nuestro calendario. En este plácido entorno, Frank, el versátil Frank Langella, parece sólo tener simpatía por la bibliotecaria Jennifer, una siempre solvente Susan Sarandon. Nuestro protagonista ve cómo día a día, los achaques de la edad empiezan a hacerle mella y sus hijos deciden ayudar a su padre con distintos enfoques.

Madison, una encantadora Liv Tyler, asume el reto como si fuera su próximo proyecto de ONG de ayuda al desamparado y decide irse a vivir con él. Su hijo Hunter, James Mardsen, aplica la misma receta que en su propia familia: Si no puedes estar con quien quieres, rodéale de tecnología. Aplicando esta máxima le hace llegar un robot para que le haga de amigo y de mayordomo. Frank, tras un período de adaptación con el humanizado gadget, decide que es posible volver a su antigua profesión: ladrón de joyas.

Entre el costumbrismo y la tecnología, la comedia y el drama, Jake Schreier se mueve como pez en el agua. La cinta mantiene el interés en el espectador durante todo el metraje, tanto en los momentos contemplativos como en aquellos en los que los acontecimientos parecen precipitarse, ofreciendo una hermosa lección de vida sobre el valor de la familia y de la amistad en cada uno de sus fotogramas, llenos de emoción, sin caer nunca en la sensiblería ni el sentimentalismo.

Pie de foto: Frank y el robot, un pulso a la vida.

DAVID PALOMAR.-

¿QUIÉN ES GATSBY?

¿QUIÉN ES GATSBY?

¿Quién es ese hombre misterioso que está por encima del Bien y del Mal?, ¿aquel del que todos opinan y nadie conoce realmente? Gatsby. Baz Luhrmann se encarga de flashearnos a la resolución de este rutilante y enigmático personaje, creado de la pluma de F.Scott Fitzgerald. Leonardo Di Caprio, aporta prestancia y presencia, a este escantador de serpientes tan fascinante como manipulador. La historia está contada a través de las experiencias de Nick Carraway -un Tobey Maguire quien da en el clavo de ese personaje apocado y confidente, con ansias de admiración y reconocimiento-. 

Baz Luhrmann se aprovecha de la mediocridad de Carraway y de su hipersensibilidad hacia todo lo que rodea a Gatsby para arrollarnos con una barroca, exagerada y delumbrante puesta en escena, tanto visual como sonora. La primera parte de la cinta es una montaña rusa de sensaciones y de retratos de los excesos de los roaring 20’s en un Nueva York donde o eras un ricachón pendenciero o eras un paria. 

La película está dividida en dos partes: En la primera nos presenta a los personajes hasta llegar al Gatsby del que todos hablan, así como describe sus fiestas y su modo de vida, lleno de luces y sombras. También conocemos a Daisy Buchanan (Carey Mulligan), esa pobre niña rica, guapa y tonta, infelizmente casada con un adinerado arrogante y mujeriego jugador de polo (Joel Edgerton). Esta primera parte tiene un ritmo endiabladamente vertiginoso. En la segunda parte, en cuanto profundiza en las verdaderas motivaciones y anhelos de los protagonistas, la cinta parece tranquilizarse en cuanto a ritmo, volviéndose más íntima y más dramática, produciendo un regusto muy melancólico, en el que el borrar el pasado es la clave para los cimientos del futuro. 

Baz Luhrmann vuelve sobre sus temas preferidos y recurrentes: el de un amor bigger than life, tan extremo como apasionado, tan luminoso como trágico,que no deja de recordarnos a su Romeo+Julieta y a Moulin Rouge (incluso los más observadores apreciarán algún neón luminoso en homenaje). Y no sólo en cuanto a temática, sinó en cuento a puesta en escena y a la utilización de temas musicales contemporáneos para su banda sonora (atención al tema central de Lana del Rey). 

Aunque, a veces, el film se hace un poco cansino por la repetición de ideas y frases, que se vuelven un tanto obsesivas, el guión no hemos de olvidar que es un elemento secundario al servicio del envoltorio más sensual made-in-Luhrmann. 

S.BARROSO/D.PALOMAR.-

Pie de foto: Conociendo a Jay Gatsby.

PARA LUCIMIENTO DE LOS TIBURONES

PARA LUCIMIENTO DE LOS TIBURONES

Marea letal, de John Stockwell, vuelve a los temas recurrentes del director, como es la relación del hombre con el mar, tratada en El filo de las olas e Inmersión letal. en este caso, Halle Berry quien interpreta a una científica y experta buceadora, vuelve al trabajo, tras un funesto incidente de un compañero con los tiburones. Para la expedición, contará con la ayuda de su pareja, un expero cámara interpretado por Olivier Martínez.

El mayor interés de la película podría ser ver cara a cara a la atractiva pareja en la vida real Halle Berry y Olivier Martínez y comprobar si su química en la película -en cuyo rodaje se enamoraron- traspasa la pantalla. No obstante, ambos nos ofrecen unas intrepretaciones planas y sin demasiado interés, como si no se creyesen la historia o poco les importase.

Y es que, en realidad, la trama, ambientada en las hermosas costas de Sudáfrica, es rutinaria y funcional al servicio de un producto que parece más un telefilm de sobremesa. Tan sólo destaca la bella fotografía, que parece sacada de un reportaje del National Geographic. Así pues, las imágenes sólo están al servicio de estos tiburones, amenazantes, letales y muy peligrosos. A pesar de ello, el director desaprovecha esto incluso, y ni siquiera hay un homenaje a Tiburón, de Steven Spielberg. Tampoco la película funciona como guilty pleasure terrorífico, como si lo hacía Piraña 3D, de Alexander Aja.Una ocasión ciertamente desaprovechada.

JR PALOMAR.-

TENER UNA MULA

TENER UNA MULA

La Mula pareció nacer como una película maldita, abandonada por su director, Michael Radford, una semana antes de que finalizase su rodaje, su estreno ha sufrido un retraso considerable, pues se filmó en 2009. No obstante, la ilusión y el empeño del resto del equipo, consiguieron completar la cinta. 

Presentada en el pasado Festival de Málaga, en el que se alzó con la Bieznaga de Plata al mejor actor, la trama gira alrededor de Mario Casas, quien interpreta, con una mezcla de incocencia y determinación, al soldado jienés Juan Castro, un chico al que poco le importa la Guerra Civil ni el Ejército Nacional, él quiere básicamente tener una mula -a la que se encuentra casualmente y con la que, incluso, habla-, poseer unas tierras y conquistar el corazón de una joven lugareña, Conchi (María Valverde).  

A pesar de seguir las peripecias de este joven, no podemos olvidar que la película se ambienta en un contexto histórico muy determinado, la Guerra Civil española, un subgénero recurrente en el cine español. No queda muy lejos, ni en cuanto a intenciones ni sentir ideológico, de Las 13 rosas, de Emilio Martínez-Lázaro, ni de La Voz Dormida, de Benito Zambrano. Aunque, quizás aquí el guión, basado en la novela homónima de Juan Eslava Galán, es mucho más simple y cercano, pues se basa en la historia familiar del padre del escritor.

Los toques de humor son uno de los aciertos de esta película, que resalta básicamente por el buen hacer de su reparto principal, María Valverde, Secún de la Rosa y muy especialmente, Mario Casas, quien se convierte en el alma máter de la película, demostrando que es un actor con solvencia y sensibilidad para abordar todo tipo de proyectos. 

Así pues, los fans de Mario Casas descubrirán una nueva faceta y los que no daban un euro por él, se les revelará un intérprete de lo más competente, que es capaz incluso de resultar creíble en un acento jienés bien marcado. Él es la razón primordial por la que el visionado de la película cobra todo el sentido más allá de la pura anécdota simplista que nos está relatando.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Para Juan lo más importante en la vida es tener una mula.

BANDERAS DE DOBLE FILO

BANDERAS DE DOBLE FILO

Es tan fácil criticar a este Objetivo: La Casa Blanca por sus rasgos como alabarla por ello. Su reaccionario discurso es heredera del de la mitificada productora Cannon que encumbró a Chuck Norris y compañía en estatus de culto para una parte de la generación cinéfila de los 80. Patriotismo exacerbado, Jungla de Cristal anabolizada -cuya Zona Cero es el propio despacho oval y alrededores- y unos terroristas que reflejan los miedos y enemigos del panorama actual.

La serie 24 es casi una ficción introspectiva al lado de ésta protagonizada por el actor de 300 y que cuenta con secundarios como Melissa Leo, Dylan McDermott, Robert Foster, Radha Mitchell,Angela Basset, Ashley Judd o Morgan Freeman. La casa por la ventana en cuestión de elenco...Eso sí, difícilmente tal reparto podrá aprovechar la ocasión para sacar entidad dramática a sus roles; mas allá de su presencia actoral. La causa no está por esa labor. Todo empieza cuando un comando norcoreano liderado por Kang (Rick Yune) ataca la Casa Blanca y toma como rehenes al Presidente (Aaron Eckhart) y a su equipo. Banning (Gerard Butler), un agente retirado del Servicio Secreto por un pasado traumático, se verá obligado a entrar de nuevo en acción.

Una premisa mil veces vista, aunque lo sorprendente es el punto de descaro que ha llegado este exploit, y más en estos momentos. Inoportuna o no, la cinta no engaña a nadie. Después de una intro que está de más en el metraje, empieza este festival de propaganda que no deja títere con cabeza y que, sin quererlo, se mueve en la autoparodia de forma descarada. En otras palabras: el público USA es el único que se podrá tomar en serio la propuesta. El resto del mundo, probablemente verá un ególatra cinta de acción tan efectista como absurda, que sí funciona es como acumulación de tópicos y momentos de incredulidad supina, pero nunca como película de acción "seria". Cada uno tendrá que decidir su perspectiva ante el film.

El de este humilde crítico, amante del género, le hubiera gustado amén del ataque inicial, momentos de acción de mejor calado y factura expositiva y unos estereotipos menos funcionales -están reducidos al mínimo denominador y soy defensor del sustrato bien tratado en el cine más pirotécnico-. También que, después de un primer segmento alocado, el film cae en una previsibilidad que parece quedarse sin gasoil a medio metraje; por mucho que no deje de pisar el acelerador del ritmo y que sólo resalta en los instantes dónde la estulticia se apodera del libreto de Creighton Rothenberger y Katrin Benedikt de forma increíblemente revalorizadora.

Quizá sea pedirle peras al olmo, pero la fotografía es de un maestro como Conrad W. Hal y detrás de las cámaras está el director de Día de Entrenamiento. Porque el producto final es francamente inaudito: pocas veces la línea de la caricatura inconsciente se cruza con tanta evidencia como el film de Antoine Fuqua. Y es que tantas banderas pueden ser un arma de doble filo...

JOAN BOTER ARJONA.-

Pie de foto: Mucha acción y poca originalidad de contenido.

BUSCANDO ETERNAMENTE A NEMO

BUSCANDO ETERNAMENTE A NEMO

Buscando a Nemo (2003) es la historia de un pececillo payaso que se aleja de la protección y el calor de su padre; así la productora Disney-Pixar- después de Walt- Disney- creó una galería de personajes tiernos y malvados, que pasada una década, son una vuelta de tuerca al tradicional género de la animación.

Ahora para celebrar sus primeros diez años de vida, Nemo vuelve a la gran pantalla en 3D. Creo que es una ocasión maravillosa para recordar esta hermosa película con una analítica que quiere acercar al lector a su didáctica moraleja. Para ello, nos vamos a aproximar a sus tres personajes principales y, desde ahí, podremos entender mejor esta obra que nos vuelve niños con su mirada profunda.

El primero es: Marlín, el padre de Nemo, que es viudo y sólo tiene a su hijo en el mundo submarino donde vive; también es el héroe de esta historia buscando desesperadamente a su hijo por casi todos los océanos de este planeta. Aquí nos damos cuenta de sus miedos a lo desconocido y a la tristeza que tiene en casi todo el filme por haber perdido todo en su vida.

Marlín está lleno de dudas y de inseguridades, por eso, en él recae la moraleja de esta nueva pincelada de seres para la filmografía histórica de la animación. Gracias a él, la película cobra sentido y sentimiento y descubrimos que hay lugares y criaturas en el mundo que ni siquiera podemos imaginar ni leer en los libros de biología.

Pero este pez ya adulto tiene rasgos y carácter que recuerdan a los humanos y, por eso, en algunos trozos de la obra está cerca de los espectadores que sufren con su tormento y con sus debilidades. Esta figura es a la primera que reconocemos en nuestros corazones de Buscando a Nemo porque estamos con él en toda la película haciendo de Marlín un verdadero héroe por rescatar a su perdido retoño.

El segundo personaje es Dory, una pez cirujano azul, va a ser la protagonista de Buscando a Dory (2015), la secuela de esta producción. Ella es divertida y es la que lleva la batuta de la búsqueda de Marlín haciendo, en más de una ocasión reír, al espectador. Esta pececilla tiene amnesia y rara vez se acuerda del lugar donde está y que hace allá, originando algún conflicto en su espíritu veleta, pero que es de gran ayuda para el padre de Nemo porque gracias a sus despistes hace cambiar a su compañero de viaje.

Esta protagonista despistada es el hilo conductor para que todo cambie y poder llegar a su meta; también se puede ver su evolución porque todo pasa para ella por casualidad y a veces no sabe ni quién es. Esta duda existencial deja la historia a la fantasía de Dory que da otro ritmo más divertido al argumento.

Puede ser un personaje muy cerca de una filosofía existencialista porque sus preguntas a sí misma siempre son morales y deductivas en un mundo salvaje: contrasta este carácter con el miedo constante a lo desconocido de su inseparable amigo para cruzar los océanos apenas sin poder descansar; gracias a sus meteduras de pata, esta producción enseña la vida por dentro de las aguas para conocer a los diferentes peces que existen.

En definitiva, es un personaje entrañable porque en ningún momento de la película se le odia, al contrario, sufres con sus olvidos y quieres llegar a ella para liberarla de cualquier daño moral o físicoque puede llegar a dañar, pero Dory es muy inteligente e intuitiva llegando a reflexiones que son enseñanzas que pueden hacer de nuestras vidas un poco más apacibles navegando por esos mares de preguntas filosóficas.

Este trío de protagonistas lo completa Nemo, que es el alma máter de todo este lío. A Nemo se le adora -no es una casualidad que se llame como el personaje de 20.000 leguas de viaje submarino- porque es el aventurero de toda esta trama y como es un buen explorador se acaba extraviando en un lugar totalmente desconocido para él.

Gracias a él se juntan en el celuloide esta trama para reforzar la imaginación de los pequeños de la casa. Nemo sueña con ser un viajero incansable y, a pesar de sus complicaciones, no cambia de parecer porque toda criatura necesita viajar para comprender su mundo.

Nemo también conoce la cárcel para un pez (una pecera) esto nos da un discurso sobre la libertad que es necesaria para evolucionar. Al final los tres personajes cambian de carácter; unos se vuelven más fuertes como Nemo, otros se encuentran a sí mismos como Dory y otros recuperan su confianza en consigo mismos como Marlín.

En conclusión: Buscando a Nemo es la película que continúa la tradición de Disney y, por eso merece la pena verla, porque nos acerca a un tipo de cine clásico de animación inocente y nostálgico, que deambula entre los sentimientos y la fantasía creando un mundo difícil de olvidar.

JORGE GIRBAU BUSTOS.-

Pie de foto: Los tres entrañables peces protagonistas.

GAGS TERRORÍFICAMENTE DIVERTIDOS (O NO)

GAGS TERRORÍFICAMENTE DIVERTIDOS (O NO)

Para quitar todar la transcendencia y reírse del género de terror, en el año 2000 apareció Scary Movie, una película que parodiaba los títulos más recientes del género de horror y terror, en ese caso, de Scream y Sé lo que hicistéis el último verano. La cinta tuvo éxito, dando lugar a toda una saga de películas que, en forma de gags tiraba por los suelos a los fantasmas, espíritus, demonios, casas encantadas y demás criaturas de la noche y lugares comunes del género.

Por ello, no es extraño que se siga exprimiendo una fórmula que funciona tan bien. En Scary Movie 5 se parodia fundamentalmente tres títulos: la reciente Mamá, de Andy Muschietti; Cisne Negro, de Darren Aronofsky y Posesión infernal, de Fede Alvárez. Así como se homenajea al padre de la criatura, Sam Raimi, y a una de sus horror-movies más emblamáticas: El ejército de las tinieblas. 

Una de las particularidades de estas películas era la presencia de la actriz de comedia, Anna Faris. Por primera vez, no aparece, pero la pareja Charlie Sheen-Lindsay Lohan, capaces de reíse sanísimamente de sí mismos (con todo lo que ello implica), cubren con creces y proporcionan más de una situación esperpética para tratar de mitigar esta ausencia.

En esta nueva entrega, no hay ninguna novedad respecto a las otras cintas, pues vuelve a ser una sucesión de gags, algunos más acertados y bastantes memorables -que provocan la carcajada y la complicidad del espectador- y otros que no funcionan tanto, siendo tan olvidables como prescindibles. Así pues, los que hayan disfrutado de la saga, seguro que van a continuar encontrando alicientes en este pasatiempo mainstream y gamberro.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Charlie Sheen y Lindsay Lohan, de lo mejorcito de la función.

INTERCAMBIO DE PAREJAS EN CLAVE DE COMEDIA DE ENREDO

INTERCAMBIO DE PAREJAS EN CLAVE DE COMEDIA DE ENREDO

Dos más dos, de Diego Kaplan, es una divertida comedia de enredo que plantea la posibilidad de que dos parejas de amigos realicen un swinging. La película, está protagonizada por una estrella de la televisión y del showbusiness en Argentina, Adrián Suar; y completa su cast con Carla Peterson, Julieta Díaz y Juan Minujín. Los cuatro intérpretes están sensibles y muy divertidos, realizando unas memorables actuaciones que elevan la propuesta muchos enteros.

Como decíamos, la trama se centra en cuatro personajes, dos parejas de amigos, ellos, socios y neurocirujanos, y sus respectivas esposas. Cuando la esposa del protagonista y los otros amigos deciden plantear un intercambio de parejas, decubrirán que el marido de ella no está en absoluto receptivo sinó todo lo contrario, está tremendamente reticente y poco abierto a la nueva propuesta sexual.

Así pues, la película radiografía en clave de comedia, los prejuicios y tabúes que existen en torno a un tema espinoso, que son vividos como algo extraño y preocupante por el protagonista, así como las fantasías que quieren hacerse realidad y la falta de complejos para llevarlas a cabo. Por parte del protagonista, surgirán las dudas y los problemas, los miedos y las inseguridades con su pareja y, por ende, consigo mismo. Aparte de explorar las conflictos amorosos y sexuales de personas en la denominada "crisis de los 40", la cinta también plantea otros temas, como el valor de la amistad, los límites de la libertad individual y las relaciones paterno-filiales. 

Así pues, la película nos regala inspirados momentos de comicidad, gracias al ingenio de sus diálogos y a unos actores en estado de gracia, capaces de aportar grandes dosis de diversión, chispa y dinamismo a esta propuesta que, sin ser totalmente original, sí que plantea un soplo de aire fresco en el panorama de la comedia actual.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Cuatro amigos y un posible intercambio de parejas que sembrará la discordia.

EL VODEVIL NUPCIAL DE BOB DE NIRO Y COMPAÑIA

EL VODEVIL NUPCIAL DE BOB DE NIRO Y COMPAÑIA

Originariamente, el vodevil es un género dramático de la comedia estadounidense, surgido entre 1880 y 1930. El espectáculo estaba enfocado al puro entretenimiento en el que desfilaban ante el espectador una gran variedad de actos que pretendían provocar la hilaridad del mismo. Tales actos eran por ejemplo danza, comedia, espectáculos con animales, pantomimas...

Sin embargo, el vodevil nupcial de La gran boda no contiene un festín tan diverso de habilidades para la comicidad, pero si busca tocar todas las teclas de una galería de personajes new age tan patéticos como decadentes para manufacturar su producto final: un pastel con apariencia de limón donde las nuevas tendencias surgidas de la multiculturalidad, el sexo y la ruptura de los cánones de la familia tradicional son el envoltorio. Porque al fin al cabo detrás La gran boda se encuentra el mensaje de siempre. La frase final recoge perfectamente la esencia del film "Hay muchos tipos de amor" dice uno de los personajes. Y también hay muchas versiones del mismo film.

Pero esta obra de Justin Zackham, con un gran De Niro, sin ser una maravilla, tiene ritmo, actores solventes amén del líder del grupo -incluso los jóvenes- y una honestidad a la hora de retratar sus tópicos. Es cierto que este film acusa de carecer de algún gag para el recuerdo y, a veces, desaprovecha algunos de sus roles con más potencial, un daño colateral que el film paga debido a su coralidad extrema. Pero su sincera jocosidad hace que el producto final se vea con una sonrisa...que ya es mucho. Así pues, si quieren ver una comedia para pasar el rato sin más pretensiones, La Gran Boda puede ser una estimable opción.

JOAN BOTER ARJONA.-

Pie de foto: Amanda Seyfried y Ben Barnes interpretan a dos novios arropados por una excéntrica familia.

CUANDO LOS VILLANOS SE APODERAN DE LA FUNCIÓN

CUANDO LOS VILLANOS SE APODERAN DE LA FUNCIÓN

Iron Man 3, de Shane Black, quien hasta ahora sólo ejercía como guionista de la franquicia, toma las riendas para sellar el final de la trilogía marveliana del hombre de hierro, la estrella más rutilante y canallesca de Los Vengadores. Lamentablemente, no es el broche de oro que todos esperábamos, pues hay momentos un tanto aburridos y soporíferos, aunque también cuenta con imágenes para el recuerdo y secundarios más que interesantes.

Absorbido por su trabajo y absorto del mundo real, Tony Stark (Robert Downey Jr.) no se encuentra en sus horas más brillantes. Su amada Pepper Pots (Gwyneth Paltrow) sigue al frente de las Industrias Stark y anhela su presencia. En su equipo sigue Jon Favreau, quien retoma el personaje de Happy Hogan de la primera parte, abandonando las tareas de director. 

La aparición de Aldrich Killian (Guy Pearce), un eminente científico de la competencia con ideas evolutivas revolucionarias y la amenaza externa a escala global de un mediático terrorista con ínfulas de Bin Laden, apodado El Mandarín (un estelar Ben Kingsley) pondrán a prueba su capacidad de reacción. Para ello, Stark contará con la ayuda de su "colega", el coronel Rhodes (un discreto Don Cheadle), así como un inesperado aliado infantil, Haley (Ty Simpkins), un personaje con mucho gancho.

La introducción de la historia y de los personajes es muy inspirada -especialmente de los villanos de la función-, no obstante, el tedio se apodera de la película a la mitad de su metraje, únicamente salvado por la aparición del niño, que proporciona algunos momentos de nostalgia y complicidad entre el fan y su héroe. En la parte final, los efectos especiales, la acción característica de la saga y muchas sorpresas consiguen remontar el vuelo. 

Las ideas actuales sobre cómo se genera el miedo y el terror a escala global a través de un icono mediático del mal, así como la posibilidad de que el mundo sea tomado por los pequeños, los lisiados, los tullidos y los que no cuentan para nada es bastante llamativa y le añaden un plus que consigue despertar el interés del espectador. 

A pesar de ello y de tener elementos que la elevan por encima de su flojísima segunda parte, cuestionándonos sobre cuál sería la mejor entrega de la trilogía, sin duda, nos quedamos con el espíritu comiquero y de serie B de la original. Pues estamos en la tercera ante un digno pero discreto cierre de saga. Hablando de cierres, no os perdáis los larguísimos títulos de crédito finales, pues tras ellos, aguarda una simpática escena. Los amantes de Marvel seguiremos viendo hacer de las suyas a Iron Man en Los Vengadores 2. 

D.PALOMAR/S.BARROSO.-

Pie de foto: Stark y la mujer más bella del mundo con armadura.