¿QUIÉN ES GATSBY?
¿Quién es ese hombre misterioso que está por encima del Bien y del Mal?, ¿aquel del que todos opinan y nadie conoce realmente? Gatsby. Baz Luhrmann se encarga de flashearnos a la resolución de este rutilante y enigmático personaje, creado de la pluma de F.Scott Fitzgerald. Leonardo Di Caprio, aporta prestancia y presencia, a este escantador de serpientes tan fascinante como manipulador. La historia está contada a través de las experiencias de Nick Carraway -un Tobey Maguire quien da en el clavo de ese personaje apocado y confidente, con ansias de admiración y reconocimiento-.
Baz Luhrmann se aprovecha de la mediocridad de Carraway y de su hipersensibilidad hacia todo lo que rodea a Gatsby para arrollarnos con una barroca, exagerada y delumbrante puesta en escena, tanto visual como sonora. La primera parte de la cinta es una montaña rusa de sensaciones y de retratos de los excesos de los roaring 20’s en un Nueva York donde o eras un ricachón pendenciero o eras un paria.
La película está dividida en dos partes: En la primera nos presenta a los personajes hasta llegar al Gatsby del que todos hablan, así como describe sus fiestas y su modo de vida, lleno de luces y sombras. También conocemos a Daisy Buchanan (Carey Mulligan), esa pobre niña rica, guapa y tonta, infelizmente casada con un adinerado arrogante y mujeriego jugador de polo (Joel Edgerton). Esta primera parte tiene un ritmo endiabladamente vertiginoso. En la segunda parte, en cuanto profundiza en las verdaderas motivaciones y anhelos de los protagonistas, la cinta parece tranquilizarse en cuanto a ritmo, volviéndose más íntima y más dramática, produciendo un regusto muy melancólico, en el que el borrar el pasado es la clave para los cimientos del futuro.
Baz Luhrmann vuelve sobre sus temas preferidos y recurrentes: el de un amor bigger than life, tan extremo como apasionado, tan luminoso como trágico,que no deja de recordarnos a su Romeo+Julieta y a Moulin Rouge (incluso los más observadores apreciarán algún neón luminoso en homenaje). Y no sólo en cuanto a temática, sinó en cuento a puesta en escena y a la utilización de temas musicales contemporáneos para su banda sonora (atención al tema central de Lana del Rey).
Aunque, a veces, el film se hace un poco cansino por la repetición de ideas y frases, que se vuelven un tanto obsesivas, el guión no hemos de olvidar que es un elemento secundario al servicio del envoltorio más sensual made-in-Luhrmann.
S.BARROSO/D.PALOMAR.-
Pie de foto: Conociendo a Jay Gatsby.
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