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MICHAEL HANEKE, PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS ARTES

MICHAEL HANEKE, PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS ARTES

Michael Haneke es el flamante ganador del premio Príncipe de Asturias de las Artes de este año. Nada más enterarse de la noticia de que había sido el elegido entre los 34 candidatos que optaban al prestigioso galardón declaró que se sentía muy honrado por este gran reconocimiento. Y no es para menos, puesto que, el cineasta austríaco sigue cosechando éxitos. Con Amor (2012) consiguió alzarse de nuevo con la Palma de Oro en Cannes, y en los Premios del Cine Europeo obtuvo 4 galardones, entre ellos, el de mejor película y mejor director. Pero la lista de premios no acaba ahí. En la pasada ceremonia de los Oscar se llevó el premio a la mejor película de habla no inglesa. Era la primera vez que lo conseguía. Con La cinta blanca (2009), su anterior película, estuvo a punto de ganarlo, pero aunque fuese una de las favoritas al final se proclamó vencedora El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella.

Haneke es un todoterreno, de eso no hay ninguna duda. Ha trabajado como crítico de cine y ha dirigido obras de teatro de Strindberg y Goethe en ciudades como Berlín y Viena. Ha trabajado en televisión como editor y dramaturgo y debutó en la dirección en 1973, es profesor en la Academia de Cine de Viena desde el año 2002 y no sólo eso, sino que también dirige óperas en los teatros más emblemáticos de Europa. Dirigió Cosi fan tutte, de Mozart, en el Teatro Real de Madrid, pero no pudo estar presente en el estreno porque tuvo que asistir a la ceremonia de los Oscar en Los Ángeles, donde por fin consiguió el Oscar a la mejor película extranjera.

Está claro que el austríaco es un artista polifacético, pero sobre todo es conocido por su cine sombrío y turbio. A continuación, vamos a intentar indagar en su obra cinematográfica para así poder entender por qué es un cineasta tan admirado y respetado. Su cine bebe de la tradición europea, por consiguiente, no es fácil de digerir porque se trata de otro tipo de cine que no estamos acostumbrados a ver.

La mayoría del público entiende el cine como espectáculo, ya que, la fábrica de sueños de Hollywood es el referente indiscutible para la mayoría de los cinéfilos de todo el mundo. Hollywood ha enseñado a amar el cine a millones de espectadores y por ello, todo el cine que se aleja del modelo clásico (establecido desde los años 20 del siglo pasado) tiende a ser sospechoso de aburrimiento. Y no es que otras cinematografías sean aburridas o cansinas para el espectador medio, lo que pasa es que tienen otra manera de entender el cine. Hay muchas maneras de entender la vida, y lo mismo pasa con el cine.

LA VERDAD 

El cine de Haneke aboga por la verdad. A través de su obra desea sacar a la luz la verdad de la vida cotidiana. Quiere desnudar el alma humana y, para ello, utiliza un estilo sobrio, frío, fragmentario, analítico y, por supuesto, no hay ornamento ni floritura que valga. Todo lo que no es importante queda eliminado de la ecuación. Su estilo puede ser resumido como menos es más (es la característica por antonomasia de la cultura zen japonesa). Al igual que Ozu se centra en lo que verdaderamente importa y, por ello, su estilo (su ética y estética) ya está definido desde que dirigió El séptimo continente en 1989. No desea experimentar con la forma; no mueve la cámara en ningún momento porque le interesa retratar la condición humana. Su cámara fija observa detenidamente porque no quiere que los espectadores se pierdan ningún detalle de lo que está sucediendo en la pantalla. Hoy en día se juega mucho con las formas, ya que, hay directores que beben de la publicidad, los videojuegos o los videoclips, pero Haneke es un autor a la vieja usanza.

Europa es la cuna de grandes cineastas, y Haneke desea seguir los pasos de gente como Antonioni. Le interesa indagar en el malestar de la sociedad, pero no está dispuesto a hacer juicios moralistas, ni dar respuestas. Su objetivo es incomodarnos con sus preguntas. Haneke ha demostrado que las preguntas pueden hacer mucho daño, incluso más que la violencia. Está en contra del espectáculo y de la banalización de la violencia, su obra pretende ser fiel a la realidad, no un mero juego de entretenimiento para hordas embrutecidas. No pone énfasis en las escenas donde reina la violencia, y eso hace que la violencia sea difícil de soportar.

Se vuelve sencillamente insoportable, ya que, no es como esas escenas gore de Takashi Miike o Tarantino que nos hacen disfrutar, es una violencia que estremece y que hiela el corazón, porque nos apela a cada uno de nosotros. Haneke nos advierte de que el mal se esconde en nuestro interior y, por ello, en circunstancias adversas todos podemos cometer los crímenes más horripilantes que se puedan imaginar. El miedo y el deseo son los que nos llevan a cometer las acciones más aberrantes. El inconsciente tiene una importancia enorme en la visión de Haneke, ya que, hay cosas que no podemos llegar a entender. Aunque parezca irónico en la sociedad del conocimiento seguimos sin saber casi nada de nosotros mismos. No podemos entender muchas de las acciones que llevamos a cabo en el día a día.

La trilogía conocida como la glaciación de los sentimientos nos muestra que el estilo de Haneke ya estaba definido desde sus inicios. El séptimo continente, Benny’s Video y 71 fragmentos de una cronología del azar (ganadora en Sitges) tienen como argumento un hecho traumático. El séptimo continente nos cuenta la historia de una pareja que se suicidó después de matar a su hija; Benny’s Video nos habla de un adolescente que mata a una muchacha de su edad; y 71 fragmentos de una cronología del azar nos trae la historia de un joven que mató a tres personas para luego acabar suicidándose. Las tres acciones ocurrieron en la vida real, y Haneke rescata esos hechos no para dar respuestas, sino para hacer reflexionar al público haciéndonos preguntas sobre lo ocurrido. Las tres obras son lentas y fragmentarias y, por ello, el espectador se pregunta por lo que está pasando porque a decir verdad no parece que esté pasando absolutamente nada.

Haneke retrata todas las escenas de igual forma, y eso produce inquietud y desconcierto en el público. Una comida en familia o un asesinato triple son filmados de la misma manera, y eso genera perplejidad. Desdramatiza la acción como lo hacía Wenders. Cuando Benny mata a la chica sin ninguna razón aparente, el espectador no puede más que sentirse aturdido y perdido. En el cine de Hollywood, los motivos y los objetivos de los personajes suelen saberse nada más empezar la película, pero Haneke juega con la paciencia y las expectativas del espectador. No hace lo que en realidad debería hacer, que es dar explicaciones para que podamos entender la motivación de los protagonistas.

LA CONDICIÓN HUMANA

El cine de Haneke nos pregunta sobre la condición humana. Sus tres primeras obras son provocativas y desconcertantes, pero no son tan buenas como las que vendrían después. Pero el estilo ya estaba definido, y eso significaba que lo más difícil ya estaba hecho. El séptimo continente, la que fue su ópera prima, se estrenó en la quincena de los realizadores de Cannes, así que, está claro que su idilio con el certamen de la costa azul empezó hace mucho tiempo.

El thriller psicológico titulado como Funny Games fue la obra que le catapultó a la fama.Compitió en la sección oficial de Cannes y, aunque en aquella ocasión no pudo ganar la ansiada Palma de Oro, obtuvo el premio Fipresci, que otorga la crítica internacional. El argumento es bien conocido: dos chicos secuestran a una familia en su propia casa y les torturan a base de macabros juegos. Por otro lado, La pianista es un magnífico retrato del deseo, desconcertante y excitante a partes iguales. En mi humilde opinión, es su mejor película. Como obra de Haneke es ambivalente, es decir, provoca sensaciones completamente opuestas, que van desde el desasosiego y el malestar hasta la excitación.

Tiene razón Haneke cuando afirma que Amor es su película más tierna, ya que, en todas sus anteriores películas pasan hechos terribles y traumáticos. Amor habla de la vejez, y la vejez se ha convertido en estos tiempos en algo terrorífico. Podemos decir que Amor no es tan impactante como sus anteriores obras, ya que, se centra en la historia de Georges y Anne. Se asemeja mucho más al estilo de La cinta blanca, que retrata la violencia que se esconde bajo la ideal vida cotidiana puritana. Podríamos decir que ambas son más sutiles, más comedidas, y la violencia está contenida. La violencia es parte del ser humano, está claro, pero puede ser contenida o reprimida en según qué momento.

Como declaró Park Chan-wook en Bilbao, la semilla del mal se encuentra en nuestro interior, pero en algunos casos nunca sale a la superficie. Haneke siempre se ha centrado en la cotidianidad, pero algunas de sus obras son más impactantes y asombrosas que otras. En los últimos años. ha demostrado que aboga por un cine menos espectacular. Por lo visto, quiere centrarse en los pequeños detalles de la vida. Por lo tanto, su cine es mucho más radical ahora, ya que, ha decidido alejarse aún más del modelo estadounidense y eso significa que puede llegar a ser incluso más difícil de digerir.  

BEÑAT EIZAGIRRE INDO.-

Pie de foto: Amor, una de sus obras más comedidas, donde se retrata el terror en la vejez.  

PARA LUCIMIENTO DE LOS TIBURONES

PARA LUCIMIENTO DE LOS TIBURONES

Marea letal, de John Stockwell, vuelve a los temas recurrentes del director, como es la relación del hombre con el mar, tratada en El filo de las olas e Inmersión letal. en este caso, Halle Berry quien interpreta a una científica y experta buceadora, vuelve al trabajo, tras un funesto incidente de un compañero con los tiburones. Para la expedición, contará con la ayuda de su pareja, un expero cámara interpretado por Olivier Martínez.

El mayor interés de la película podría ser ver cara a cara a la atractiva pareja en la vida real Halle Berry y Olivier Martínez y comprobar si su química en la película -en cuyo rodaje se enamoraron- traspasa la pantalla. No obstante, ambos nos ofrecen unas intrepretaciones planas y sin demasiado interés, como si no se creyesen la historia o poco les importase.

Y es que, en realidad, la trama, ambientada en las hermosas costas de Sudáfrica, es rutinaria y funcional al servicio de un producto que parece más un telefilm de sobremesa. Tan sólo destaca la bella fotografía, que parece sacada de un reportaje del National Geographic. Así pues, las imágenes sólo están al servicio de estos tiburones, amenazantes, letales y muy peligrosos. A pesar de ello, el director desaprovecha esto incluso, y ni siquiera hay un homenaje a Tiburón, de Steven Spielberg. Tampoco la película funciona como guilty pleasure terrorífico, como si lo hacía Piraña 3D, de Alexander Aja.Una ocasión ciertamente desaprovechada.

JR PALOMAR.-

TENER UNA MULA

TENER UNA MULA

La Mula pareció nacer como una película maldita, abandonada por su director, Michael Radford, una semana antes de que finalizase su rodaje, su estreno ha sufrido un retraso considerable, pues se filmó en 2009. No obstante, la ilusión y el empeño del resto del equipo, consiguieron completar la cinta. 

Presentada en el pasado Festival de Málaga, en el que se alzó con la Bieznaga de Plata al mejor actor, la trama gira alrededor de Mario Casas, quien interpreta, con una mezcla de incocencia y determinación, al soldado jienés Juan Castro, un chico al que poco le importa la Guerra Civil ni el Ejército Nacional, él quiere básicamente tener una mula -a la que se encuentra casualmente y con la que, incluso, habla-, poseer unas tierras y conquistar el corazón de una joven lugareña, Conchi (María Valverde).  

A pesar de seguir las peripecias de este joven, no podemos olvidar que la película se ambienta en un contexto histórico muy determinado, la Guerra Civil española, un subgénero recurrente en el cine español. No queda muy lejos, ni en cuanto a intenciones ni sentir ideológico, de Las 13 rosas, de Emilio Martínez-Lázaro, ni de La Voz Dormida, de Benito Zambrano. Aunque, quizás aquí el guión, basado en la novela homónima de Juan Eslava Galán, es mucho más simple y cercano, pues se basa en la historia familiar del padre del escritor.

Los toques de humor son uno de los aciertos de esta película, que resalta básicamente por el buen hacer de su reparto principal, María Valverde, Secún de la Rosa y muy especialmente, Mario Casas, quien se convierte en el alma máter de la película, demostrando que es un actor con solvencia y sensibilidad para abordar todo tipo de proyectos. 

Así pues, los fans de Mario Casas descubrirán una nueva faceta y los que no daban un euro por él, se les revelará un intérprete de lo más competente, que es capaz incluso de resultar creíble en un acento jienés bien marcado. Él es la razón primordial por la que el visionado de la película cobra todo el sentido más allá de la pura anécdota simplista que nos está relatando.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Para Juan lo más importante en la vida es tener una mula.

MANIAC GANA EL PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA EN FANTBILBAO

MANIAC GANA EL PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA EN FANTBILBAO

Desde el 3 hasta el 10 de mayo se ha celebrado en Bilbao la 19 edición del festival fantástico FANT. Este año la gran sorpresa lo ha dado el prestigioso director surcoreano Park Chan-wook al venir a la capital vizcaína para promocionar su última película, Stoker. El preestreno de Stoker, la primera película americana del realizador de cintas de culto como Oldboy se encargó de inaugurar el festival. Como era de esperar las entradas se agotaron inmediatamente, ya que, el preestreno de Stoker causó gran revuelo entre los seguidores de Park Chan-wook. En el 2008 se pudo ver su I’m a Cyborg, but That’s OK (2006), pero en aquella ocasión la película del surcoreano no causó tanto furor, ya que, se había estrenado anteriormente en Berlín y en Sitges, y a Bilbao llegó con un año de retraso. Un festival como FANT no puede competir con el de Sitges, pero está claro que los organizadores no se conforman a ser simples espectadores. Quieren hacer historia y el preestreno de Stoker puede ser un punto de inflexión en la trayectoria de este humilde certamen.

A parte de traer a la ciudad al aclamado cineasta Park Chan-wook, este año FANT ha acogido tres estrenos, dos a nivel estatal, y la tercera a nivel europeo. Las tres producciones se podrán verse en Madrid dentro de unas semanas en el festival Nocturna que empieza su andadura este mismo año. El año pasado hubo un solo estreno, pero se trataba de un estreno a nivel mundial, el thriller psicológico Devoured del estadounidense Greg Olliver, autor entre otros del documental Lemmy sobre el líder de la mítica banda Motörhead, que se pudo ver por primera vez en Bilbao y el certamen contó con la presencia del director de origen texano y la actriz madrileña Marta Milans. Como he dicho anteriormente, este año han sido tres los estrenos que ha acogido FANT: Home Sweet Home, Otro verano y In the House of Flies.

TRES ESTRENOS

Home Sweet Home (2013) es el segundo trabajo del francés David Morley y es una cinta entretenida, aunque la trama sea convencional y simple. Algunos opinan que es mala, pero en mi opinión, aunque no sea nada del otro mundo, creo que cumple bien con su cometido que es la de entretener al espectador. Aunque no sea nada original mantiene la intriga hasta el final, y con eso me es suficiente. Es sobre un psicópata enmascarado y metódico que entra a casas ajenas mientras los anfitriones no están. Y les prepara una fiesta sorpresa. El argumento es bien sencillo: Sara y Frank vuelven a casa y como su hijo está con la abuela tienen toda la casa para ellos solos. Será una noche inolvidable, pero no será como ellos se lo esperan.

Otro verano (2012), la ópera prima del madrileño Jorge Arenillas, ha sido la gran sorpresa de esta edición. Es una propuesta diferente, por ello, es posible que los más acérrimos seguidores del género la hayan despreciado, pero me parece que es una interesante e intrigante película. No hay nada de violencia, ni escenas de gore, es un atípico y pausado thriller psicológico, que puede recordar levemente a películas como la fascinante Gozu, de Takashi Miike. Cano y Sara están de vacaciones, pero un día la chica desaparecerá sin dejar rastro. El autor intentará esclarecer lo sucedido a base de flashbacks. Es una sencilla y humilde obra hecha con pocos medios, pero el resultado es realmente bueno.

Y la tercera, In the House of Flies (2012), del canadiense Gabriel Carrer, es de las peores películas que se han podido ver este año. Deja mucho que desear. El guión es bastante flojo y, por ello, el resultado final es decepcionante. Me temo que la historia de un psicópata que secuestra parejas para luego torturarlos con juegos absurdos no convencerá a nadie (es una burda imitación de la exitosa saga Saw). Y lo peor no es que el guión sea horrible, sino que el moralismo que rezuma la historia resulta ridículo. Está claro que los organizadores deben ofrecer algo nuevo para que el festival tenga una razón de ser. Pero está claro que los estrenos del FANT no pueden competir con otros certámenes más prestigiosos como la de Sitges.

MANIAC Y ANTIVIRAL

Por ello, no es de extrañar que el jurado compuesto por Koldo Serra, David Martos y Maru Valdivielso haya decidido otorgarle a Maniac (Franck Khalfoun, 2012) el máximo galardón. Lo más destacado de la sección oficial ha sido la ganadora Maniac y Antiviral de Brandon Cronenberg, ambas estrenadas en Sitges el año pasado. Maniac, escrita y producida por Alexandre Aja, es brutal, potente, espectacular, y es extremadamente violenta. Aunque no sea nada original, la historia atrapa al espectador desde la primera escena, ya que, la cinta está realizada con suma maestría. Al principio parece que se trata de una película como Drive (Nicolas Winding Refn, 2011), puesto que, la atmósfera y la música te envuelven de una manera asombrosa. Al igual que Drive resulta fascinante. El relato del psicópata interpretado por Elijah Wood, quien por cierto, hace el mismo papel que en la magistral Sin City logra impactar de una manera bestial. La utilización del plano subjetivo está muy bien lograda, y así podemos meternos en las carnes del protagonista. El psicópata mata a mujeres hermosas porque no ha superado aun el complejo de Edipo y no es capaz de relacionarse con mujeres con normalidad. Su madre no le quería y, por ello, tiene traumas que todavía no ha podido superar. Se venga de todas esas mujeres, porque todas le recuerdan a la zorra de su madre.

Antiviral (2012) es el debut en el largometraje de Brandon Cronenberg. La cinta que fue premiada en Sitges ha generado división de opiniones; para algunos la trama es demasiado confusa y, a fin de cuentas, resulta aburrida. Para otros, es un sugerente thriller que posee escenas realmente sobrecogedoras. El autor critica el consumismo a través de este intrigante thriller de ciencia ficción, donde los consumidores son simples marionetas en manos del sistema capitalista. Son unos adictos y consumen todo lo que les ofrece el mercado, ya sean, enfermedades, sangre o carne de los famosos. Inquietante película que nos invita a repensar la cuestión de la libertad en el siglo XXI gracias a la figura de Syd March, el protagonista de esta desconcertante historia. No hay un desenlace claro y, por lo tanto, muchas de las preguntas quedan sin respuesta. Este tipo de cine se asemeja al cine europeo contemporáneo; Cronenberg al igual que Michael Haneke nos incomoda haciéndonos preguntas sobre nuestra condición humana.

BEÑAT EIZAGIRRE INDO.-

Pie de foto: Maniac es una propuesta fascinante sobre un psicópata (Elijah Wood) con complejo de Edipo.

EXTRAÑOS VÍNCULOS DE SANGRE

EXTRAÑOS VÍNCULOS DE SANGRE

Park Chan-Wook es uno de los más reputados directores actuales de Corea del Sur. Creador de un universo propio, ultraviolento y salvaje, desde sus piezas maestras Old Boy, Sympathy for Mr. Vengeance y Sympathy for Lady Vengeance. Estos últimos años había evolucionado con Thirst -vista en el Festival de Sitges 2009 e inédita en salas, sólo estrenada en dvd directamente- hacía una violencia más refinada, sutil y sofisticada en la forma, pero brutal en el fondo. La historia de un sacerdote que se convertía en vampiro y una hermosa, inocente e infeliz mujer casada tenía momentos memorables que la convertían estética y temáticamente en una exquisita y perturbadora delicatessen cinematográfica.

Era evidente que un día u otro, Hollywood le echara el ojo -y no sólo por la preparación de un remake de Old Boy-. Por ello, Stoker se ha de ver como una continuación lógica de su imaginería y obsesiones personales. La trama, basada en un guión de Wenworth Miller -conocido actor de Prision Break- es la siguiente en pocas líneas: India (Mia Wasikowska), una joven adolescente un tanto introspectiva y especial, se siente muy sola y desamparada tras la muerte de su querido padre. Con su madre, un tanto carefree y alcoholizada Even (Nicole Kidman), nunca se han llevado bien. La aparición de su tío Charles (Matthew Goode), ambiguo y refinado, va a hacer que comience a replantearse muchas cosas y que entable con él una relación de lo más peculiar. 

El triángulo protagonista, unido por los lazos familiares de sangre, es de lo más morboso, pues los tres vértices proporcionan a la historia la inquietud y la extrañeza que la historia requiere. Desde el principio, notamos que, en este nuevo miembro de la familia, Charlie, anida un elemento de gran poder perturbador, que no logramos descifrar. El magnetismo que el personaje desprende no es ajeno a la aparente fragilidad de Even ni a la superficial vulnerabilidad de India.

Jugando con maestría con una puesta en escena y una estética, montaje y fotografía deslumbrantes -e incluso poéticos-, así como su desasosegante banda sonora -y efectos sonoros, todo hay qué destacarlo-, Park Chan-Wook transforma un guión no demasiado original en una pequeña obra de arte para ser degustado poco a poco. La estética es tan envolvente e impecable como en sus anteriores obras. El film no deja respiro al espectador quien, cada vez más en vilo, se siente perturbado por lo que está viendo -y, a menudo, por lo que no ve, pero intuye, aterrorizado, que puede suceder-.

Así pues, estamos ante un intrigante thriller con toques de ironía y cinismo sobre el origen del mal -que todos podemos llevar dentro, ayudados o no por la genética-, deseos prohibidos y extraños vínculos familiares. Hay muchos homenajes a Hitchcock, especialmente a La sombra de una duda y Psicosis, empezando por la caracterización y la personalidad de tío Charlie. El espectador es noqueado con elegancia por enfermizas escenas de lucha que equidistan entre Eros y Tánatos, inocencia y pervesión, hasta un clímax final bastante malsano.

Es difícil describir con palabras las sensaciones que nos produce el cine de Park Chan-Wook en general ,y Stoker en particular, por ello, os recomendamos que vayáis a verla y os dejéis arrastrar por el perverso torrente emocional que nos propone. Eso sí, siempre dispuestos a pasar un buen mal rato en la sala de cine.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Una familia que descubrirá los lazos que les unen más allá de la sangre.

IDENTIDADES EQUÍVOCAS

IDENTIDADES EQUÍVOCAS

El impostor, de Bart Layton, se estrena tras su paso por el Festival de San Sebastián y por el reciente Festival de Cine de Autor de Barcelona. Este documental inglés, ganador de un BAFTA al mejor debut británico, es un documento excepcional en cuanto a relato, aunque convencional en la forma de ser narrado.

Nicholas Barklay, un niño texano, ha desaparecido sin dejar rastro. Unos años más tarde, la familia recibe noticias de España diciendo que le han encontrado. No obstante, esta vez el niño es mayor de lo que pensaban e incluso físicamente está bastante cambiado. A pesar de ello, la familia se vuelca en este nuevo miembro, poniendo todas sus ilusiones en su reencuentro. 

En realidad, la película narra la historia real, en forma de thriller documental, de cómo un chico francés de origen argelino, Fréderic Bourdin, adoptó la identidad de otra persona y consiguió entrar en una familia que había perdido toda la esperanza de encontrar a su hijo menor vivo, tras varios años desaparecido. El retrato de la familia arquetípica norteamericana de la América profunda es bastante acertada, de sus luces y de sus sombras, de sus misterios y de sus anhelos.

Así pues, el documental, un poco lento y de escaso interés al comienzo, logra remontar el vuelo desde el momento en que este enigmático protagonista llega a un pueblecito de Texas. Otro de los puntos fuertes es la aparición de la figura de un curioso detective en escena, que servirá como contrapunto para dar un vuelco a la historia e introducir nuevos elementos de suspense, de sorpresa y de interés que le resultan más atractivos al espectador.

La trama de suplantación de identidad y de juego familiar y social es apasionante en cuanto a contenido se refiere, a pesar de ello, su aspecto y envoltorio formal es bastante convencional y no deja de ser un documental que podríamos encontrar en el 60 minuts de Televisió de Catalunya. 

A pesar de ello, es un buen relato sobre el poder de la mentira y las consecuencias imprevisibles de una identidad equívoca. 

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: ¿Quién es ese chico?

BANDERAS DE DOBLE FILO

BANDERAS DE DOBLE FILO

Es tan fácil criticar a este Objetivo: La Casa Blanca por sus rasgos como alabarla por ello. Su reaccionario discurso es heredera del de la mitificada productora Cannon que encumbró a Chuck Norris y compañía en estatus de culto para una parte de la generación cinéfila de los 80. Patriotismo exacerbado, Jungla de Cristal anabolizada -cuya Zona Cero es el propio despacho oval y alrededores- y unos terroristas que reflejan los miedos y enemigos del panorama actual.

La serie 24 es casi una ficción introspectiva al lado de ésta protagonizada por el actor de 300 y que cuenta con secundarios como Melissa Leo, Dylan McDermott, Robert Foster, Radha Mitchell,Angela Basset, Ashley Judd o Morgan Freeman. La casa por la ventana en cuestión de elenco...Eso sí, difícilmente tal reparto podrá aprovechar la ocasión para sacar entidad dramática a sus roles; mas allá de su presencia actoral. La causa no está por esa labor. Todo empieza cuando un comando norcoreano liderado por Kang (Rick Yune) ataca la Casa Blanca y toma como rehenes al Presidente (Aaron Eckhart) y a su equipo. Banning (Gerard Butler), un agente retirado del Servicio Secreto por un pasado traumático, se verá obligado a entrar de nuevo en acción.

Una premisa mil veces vista, aunque lo sorprendente es el punto de descaro que ha llegado este exploit, y más en estos momentos. Inoportuna o no, la cinta no engaña a nadie. Después de una intro que está de más en el metraje, empieza este festival de propaganda que no deja títere con cabeza y que, sin quererlo, se mueve en la autoparodia de forma descarada. En otras palabras: el público USA es el único que se podrá tomar en serio la propuesta. El resto del mundo, probablemente verá un ególatra cinta de acción tan efectista como absurda, que sí funciona es como acumulación de tópicos y momentos de incredulidad supina, pero nunca como película de acción "seria". Cada uno tendrá que decidir su perspectiva ante el film.

El de este humilde crítico, amante del género, le hubiera gustado amén del ataque inicial, momentos de acción de mejor calado y factura expositiva y unos estereotipos menos funcionales -están reducidos al mínimo denominador y soy defensor del sustrato bien tratado en el cine más pirotécnico-. También que, después de un primer segmento alocado, el film cae en una previsibilidad que parece quedarse sin gasoil a medio metraje; por mucho que no deje de pisar el acelerador del ritmo y que sólo resalta en los instantes dónde la estulticia se apodera del libreto de Creighton Rothenberger y Katrin Benedikt de forma increíblemente revalorizadora.

Quizá sea pedirle peras al olmo, pero la fotografía es de un maestro como Conrad W. Hal y detrás de las cámaras está el director de Día de Entrenamiento. Porque el producto final es francamente inaudito: pocas veces la línea de la caricatura inconsciente se cruza con tanta evidencia como el film de Antoine Fuqua. Y es que tantas banderas pueden ser un arma de doble filo...

JOAN BOTER ARJONA.-

Pie de foto: Mucha acción y poca originalidad de contenido.

CURIOSO VIAJE GASTRONÓMICO

CURIOSO VIAJE GASTRONÓMICO

Michael Winterbottom, el director de Camino a Guantánamo, vuelve al género documental, pero en esta ocasión con el formato de road-movie con toques de comedia, The Trip, basada en una serie de televisión británica de varios episodios en la que Steve Coogan y Rob Brydon contaban las bondades culinarias de Gran Bretaña.

Steve Coogan, mandado por The Observer con su novia, crítica culinaria, debe encontrar otro compañero de viaje tras la renuncia de ella, entonces encuentra en Brydon el contrapunto perfecto. En este viaje, aparte de descubrir paisajes, gentes y gastronomía, el espectador conoce la verdadera personalidad de estos dos cómicos: Coogan, quien ya había trabajado con Winterbottom en Tristan Shandy y 24 hours party people y Brydon, conocido por su participación en Lock & Stock. Así pues, su sentido del humor se manifiesta en sus curiosas apreciaciones y en las graciosas imitaciones que hacen de grandes nombres del cine: desde Michael Caine hasta Robert de Niro.

A medio camino entre la serie documental gastronómica, Un país para comérselo, en el que Inmanol Arias y Juan Echanove descubren los lugares y sus manjares típicos, poniendo su sello y personalidad manifiesta y el periplo de Paul Giamatti y Thomas Haden-Church, este documental se ha de ver como una rareza contumbrista y un divertimento ácido para profundizar en los usos y las maneras de ser del pueblo británico. Un curioso viaje que interesará a aquello que busquen profundizar en el alma anglófila contemporánea.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Gastronomía y humor británico se mezclan en este sabroso documental. 

EXTRAORDINARIO RELATO DE SUPERVIVENCIA

EXTRAORDINARIO RELATO DE SUPERVIVENCIA

Rebelde (War Witch), de Kim Nguyen, nominada a mejor película de habla no inglesa en los pasados Oscar, es una propuesta tan interesante como poética, tan de denuncia como dramática, tan humana como conmovedora. 

La trama gira alrededor de Komona -una estupenda y sensible Rachel Mwanza, quien obtuvo el Oso de Plata en la Berlinale por su interpretación-, una niña que es secuestrada de la aldea africana donde vive. A partir de ahí se convertirá en una niña-soldado y vivirá experiencias que le obligarán a madurar de golpe: el primer amor, las primeras pérdidas de seres queridos, siempre ayudada por su lucha incansable y perseverante por seguir adelante.

No nos olvidemos que, aparte de ser una historia que pretende denunciar la situación de opresión y de indefensión de los niños obligados a empuñar un arma y a ser niños-soldados, en contra de su voluntad, la cinta es, ante todo un relato extraordinario de supervivencia y superación personal. 

La película bascula entre el dramatismo de la historia de Komona y el realismo mágico de algunas de sus escenas, así como la inesperada y preciosa historia de amor con el Mago (Serge Kanyinda), uno de los personajes más luminosos del relato, sólo hay que ver lo bonita y divertida que resulta su perseverancia para encontrar un animal esencial para su dote. Pero, en esta fábula-denuncia no todo son rosas, sinó también muchas espinas y sufrimiento, pues Komona se verá en muchas dificultades en este tránsito forzoso y acelerado de la infancia a la edad adulta. 

A pesar de que el guión tiene algunas imperfecciones, la historia se sigue con creciente interés, gracias al buen hacer de sus actores, en especial de su protagonista, en una interpretación valiente y sin red, y a sus imágenes, a veces, de hermoso lirismo, otras demasiado crudas e hirientes, tanto como la vida misma. En definitiva, una contundente lección de supervivencia de esa niña-coraje, dispuesta a cambiar su mundo con tenacidad y ganas de vivir.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Komona ("La Bruja") y el Mago vivirán una inesperada historia de amor que cambiará sus vidas.

BUSCANDO ETERNAMENTE A NEMO

BUSCANDO ETERNAMENTE A NEMO

Buscando a Nemo (2003) es la historia de un pececillo payaso que se aleja de la protección y el calor de su padre; así la productora Disney-Pixar- después de Walt- Disney- creó una galería de personajes tiernos y malvados, que pasada una década, son una vuelta de tuerca al tradicional género de la animación.

Ahora para celebrar sus primeros diez años de vida, Nemo vuelve a la gran pantalla en 3D. Creo que es una ocasión maravillosa para recordar esta hermosa película con una analítica que quiere acercar al lector a su didáctica moraleja. Para ello, nos vamos a aproximar a sus tres personajes principales y, desde ahí, podremos entender mejor esta obra que nos vuelve niños con su mirada profunda.

El primero es: Marlín, el padre de Nemo, que es viudo y sólo tiene a su hijo en el mundo submarino donde vive; también es el héroe de esta historia buscando desesperadamente a su hijo por casi todos los océanos de este planeta. Aquí nos damos cuenta de sus miedos a lo desconocido y a la tristeza que tiene en casi todo el filme por haber perdido todo en su vida.

Marlín está lleno de dudas y de inseguridades, por eso, en él recae la moraleja de esta nueva pincelada de seres para la filmografía histórica de la animación. Gracias a él, la película cobra sentido y sentimiento y descubrimos que hay lugares y criaturas en el mundo que ni siquiera podemos imaginar ni leer en los libros de biología.

Pero este pez ya adulto tiene rasgos y carácter que recuerdan a los humanos y, por eso, en algunos trozos de la obra está cerca de los espectadores que sufren con su tormento y con sus debilidades. Esta figura es a la primera que reconocemos en nuestros corazones de Buscando a Nemo porque estamos con él en toda la película haciendo de Marlín un verdadero héroe por rescatar a su perdido retoño.

El segundo personaje es Dory, una pez cirujano azul, va a ser la protagonista de Buscando a Dory (2015), la secuela de esta producción. Ella es divertida y es la que lleva la batuta de la búsqueda de Marlín haciendo, en más de una ocasión reír, al espectador. Esta pececilla tiene amnesia y rara vez se acuerda del lugar donde está y que hace allá, originando algún conflicto en su espíritu veleta, pero que es de gran ayuda para el padre de Nemo porque gracias a sus despistes hace cambiar a su compañero de viaje.

Esta protagonista despistada es el hilo conductor para que todo cambie y poder llegar a su meta; también se puede ver su evolución porque todo pasa para ella por casualidad y a veces no sabe ni quién es. Esta duda existencial deja la historia a la fantasía de Dory que da otro ritmo más divertido al argumento.

Puede ser un personaje muy cerca de una filosofía existencialista porque sus preguntas a sí misma siempre son morales y deductivas en un mundo salvaje: contrasta este carácter con el miedo constante a lo desconocido de su inseparable amigo para cruzar los océanos apenas sin poder descansar; gracias a sus meteduras de pata, esta producción enseña la vida por dentro de las aguas para conocer a los diferentes peces que existen.

En definitiva, es un personaje entrañable porque en ningún momento de la película se le odia, al contrario, sufres con sus olvidos y quieres llegar a ella para liberarla de cualquier daño moral o físicoque puede llegar a dañar, pero Dory es muy inteligente e intuitiva llegando a reflexiones que son enseñanzas que pueden hacer de nuestras vidas un poco más apacibles navegando por esos mares de preguntas filosóficas.

Este trío de protagonistas lo completa Nemo, que es el alma máter de todo este lío. A Nemo se le adora -no es una casualidad que se llame como el personaje de 20.000 leguas de viaje submarino- porque es el aventurero de toda esta trama y como es un buen explorador se acaba extraviando en un lugar totalmente desconocido para él.

Gracias a él se juntan en el celuloide esta trama para reforzar la imaginación de los pequeños de la casa. Nemo sueña con ser un viajero incansable y, a pesar de sus complicaciones, no cambia de parecer porque toda criatura necesita viajar para comprender su mundo.

Nemo también conoce la cárcel para un pez (una pecera) esto nos da un discurso sobre la libertad que es necesaria para evolucionar. Al final los tres personajes cambian de carácter; unos se vuelven más fuertes como Nemo, otros se encuentran a sí mismos como Dory y otros recuperan su confianza en consigo mismos como Marlín.

En conclusión: Buscando a Nemo es la película que continúa la tradición de Disney y, por eso merece la pena verla, porque nos acerca a un tipo de cine clásico de animación inocente y nostálgico, que deambula entre los sentimientos y la fantasía creando un mundo difícil de olvidar.

JORGE GIRBAU BUSTOS.-

Pie de foto: Los tres entrañables peces protagonistas.

GAGS TERRORÍFICAMENTE DIVERTIDOS (O NO)

GAGS TERRORÍFICAMENTE DIVERTIDOS (O NO)

Para quitar todar la transcendencia y reírse del género de terror, en el año 2000 apareció Scary Movie, una película que parodiaba los títulos más recientes del género de horror y terror, en ese caso, de Scream y Sé lo que hicistéis el último verano. La cinta tuvo éxito, dando lugar a toda una saga de películas que, en forma de gags tiraba por los suelos a los fantasmas, espíritus, demonios, casas encantadas y demás criaturas de la noche y lugares comunes del género.

Por ello, no es extraño que se siga exprimiendo una fórmula que funciona tan bien. En Scary Movie 5 se parodia fundamentalmente tres títulos: la reciente Mamá, de Andy Muschietti; Cisne Negro, de Darren Aronofsky y Posesión infernal, de Fede Alvárez. Así como se homenajea al padre de la criatura, Sam Raimi, y a una de sus horror-movies más emblamáticas: El ejército de las tinieblas. 

Una de las particularidades de estas películas era la presencia de la actriz de comedia, Anna Faris. Por primera vez, no aparece, pero la pareja Charlie Sheen-Lindsay Lohan, capaces de reíse sanísimamente de sí mismos (con todo lo que ello implica), cubren con creces y proporcionan más de una situación esperpética para tratar de mitigar esta ausencia.

En esta nueva entrega, no hay ninguna novedad respecto a las otras cintas, pues vuelve a ser una sucesión de gags, algunos más acertados y bastantes memorables -que provocan la carcajada y la complicidad del espectador- y otros que no funcionan tanto, siendo tan olvidables como prescindibles. Así pues, los que hayan disfrutado de la saga, seguro que van a continuar encontrando alicientes en este pasatiempo mainstream y gamberro.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Charlie Sheen y Lindsay Lohan, de lo mejorcito de la función.

INTERCAMBIO DE PAREJAS EN CLAVE DE COMEDIA DE ENREDO

INTERCAMBIO DE PAREJAS EN CLAVE DE COMEDIA DE ENREDO

Dos más dos, de Diego Kaplan, es una divertida comedia de enredo que plantea la posibilidad de que dos parejas de amigos realicen un swinging. La película, está protagonizada por una estrella de la televisión y del showbusiness en Argentina, Adrián Suar; y completa su cast con Carla Peterson, Julieta Díaz y Juan Minujín. Los cuatro intérpretes están sensibles y muy divertidos, realizando unas memorables actuaciones que elevan la propuesta muchos enteros.

Como decíamos, la trama se centra en cuatro personajes, dos parejas de amigos, ellos, socios y neurocirujanos, y sus respectivas esposas. Cuando la esposa del protagonista y los otros amigos deciden plantear un intercambio de parejas, decubrirán que el marido de ella no está en absoluto receptivo sinó todo lo contrario, está tremendamente reticente y poco abierto a la nueva propuesta sexual.

Así pues, la película radiografía en clave de comedia, los prejuicios y tabúes que existen en torno a un tema espinoso, que son vividos como algo extraño y preocupante por el protagonista, así como las fantasías que quieren hacerse realidad y la falta de complejos para llevarlas a cabo. Por parte del protagonista, surgirán las dudas y los problemas, los miedos y las inseguridades con su pareja y, por ende, consigo mismo. Aparte de explorar las conflictos amorosos y sexuales de personas en la denominada "crisis de los 40", la cinta también plantea otros temas, como el valor de la amistad, los límites de la libertad individual y las relaciones paterno-filiales. 

Así pues, la película nos regala inspirados momentos de comicidad, gracias al ingenio de sus diálogos y a unos actores en estado de gracia, capaces de aportar grandes dosis de diversión, chispa y dinamismo a esta propuesta que, sin ser totalmente original, sí que plantea un soplo de aire fresco en el panorama de la comedia actual.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Cuatro amigos y un posible intercambio de parejas que sembrará la discordia.

EL VODEVIL NUPCIAL DE BOB DE NIRO Y COMPAÑIA

EL VODEVIL NUPCIAL DE BOB DE NIRO Y COMPAÑIA

Originariamente, el vodevil es un género dramático de la comedia estadounidense, surgido entre 1880 y 1930. El espectáculo estaba enfocado al puro entretenimiento en el que desfilaban ante el espectador una gran variedad de actos que pretendían provocar la hilaridad del mismo. Tales actos eran por ejemplo danza, comedia, espectáculos con animales, pantomimas...

Sin embargo, el vodevil nupcial de La gran boda no contiene un festín tan diverso de habilidades para la comicidad, pero si busca tocar todas las teclas de una galería de personajes new age tan patéticos como decadentes para manufacturar su producto final: un pastel con apariencia de limón donde las nuevas tendencias surgidas de la multiculturalidad, el sexo y la ruptura de los cánones de la familia tradicional son el envoltorio. Porque al fin al cabo detrás La gran boda se encuentra el mensaje de siempre. La frase final recoge perfectamente la esencia del film "Hay muchos tipos de amor" dice uno de los personajes. Y también hay muchas versiones del mismo film.

Pero esta obra de Justin Zackham, con un gran De Niro, sin ser una maravilla, tiene ritmo, actores solventes amén del líder del grupo -incluso los jóvenes- y una honestidad a la hora de retratar sus tópicos. Es cierto que este film acusa de carecer de algún gag para el recuerdo y, a veces, desaprovecha algunos de sus roles con más potencial, un daño colateral que el film paga debido a su coralidad extrema. Pero su sincera jocosidad hace que el producto final se vea con una sonrisa...que ya es mucho. Así pues, si quieren ver una comedia para pasar el rato sin más pretensiones, La Gran Boda puede ser una estimable opción.

JOAN BOTER ARJONA.-

Pie de foto: Amanda Seyfried y Ben Barnes interpretan a dos novios arropados por una excéntrica familia.

CUANDO LOS VILLANOS SE APODERAN DE LA FUNCIÓN

CUANDO LOS VILLANOS SE APODERAN DE LA FUNCIÓN

Iron Man 3, de Shane Black, quien hasta ahora sólo ejercía como guionista de la franquicia, toma las riendas para sellar el final de la trilogía marveliana del hombre de hierro, la estrella más rutilante y canallesca de Los Vengadores. Lamentablemente, no es el broche de oro que todos esperábamos, pues hay momentos un tanto aburridos y soporíferos, aunque también cuenta con imágenes para el recuerdo y secundarios más que interesantes.

Absorbido por su trabajo y absorto del mundo real, Tony Stark (Robert Downey Jr.) no se encuentra en sus horas más brillantes. Su amada Pepper Pots (Gwyneth Paltrow) sigue al frente de las Industrias Stark y anhela su presencia. En su equipo sigue Jon Favreau, quien retoma el personaje de Happy Hogan de la primera parte, abandonando las tareas de director. 

La aparición de Aldrich Killian (Guy Pearce), un eminente científico de la competencia con ideas evolutivas revolucionarias y la amenaza externa a escala global de un mediático terrorista con ínfulas de Bin Laden, apodado El Mandarín (un estelar Ben Kingsley) pondrán a prueba su capacidad de reacción. Para ello, Stark contará con la ayuda de su "colega", el coronel Rhodes (un discreto Don Cheadle), así como un inesperado aliado infantil, Haley (Ty Simpkins), un personaje con mucho gancho.

La introducción de la historia y de los personajes es muy inspirada -especialmente de los villanos de la función-, no obstante, el tedio se apodera de la película a la mitad de su metraje, únicamente salvado por la aparición del niño, que proporciona algunos momentos de nostalgia y complicidad entre el fan y su héroe. En la parte final, los efectos especiales, la acción característica de la saga y muchas sorpresas consiguen remontar el vuelo. 

Las ideas actuales sobre cómo se genera el miedo y el terror a escala global a través de un icono mediático del mal, así como la posibilidad de que el mundo sea tomado por los pequeños, los lisiados, los tullidos y los que no cuentan para nada es bastante llamativa y le añaden un plus que consigue despertar el interés del espectador. 

A pesar de ello y de tener elementos que la elevan por encima de su flojísima segunda parte, cuestionándonos sobre cuál sería la mejor entrega de la trilogía, sin duda, nos quedamos con el espíritu comiquero y de serie B de la original. Pues estamos en la tercera ante un digno pero discreto cierre de saga. Hablando de cierres, no os perdáis los larguísimos títulos de crédito finales, pues tras ellos, aguarda una simpática escena. Los amantes de Marvel seguiremos viendo hacer de las suyas a Iron Man en Los Vengadores 2. 

D.PALOMAR/S.BARROSO.-

Pie de foto: Stark y la mujer más bella del mundo con armadura.

EL MÉTODO ARRIETA GANA EL PREMIO DEL PÚBLICO EN SAN SEBASTIÁN

EL MÉTODO ARRIETA GANA EL PREMIO DEL PÚBLICO EN SAN SEBASTIÁN

El público del Festival de cine y Derechos Humanos de San Sebastián, que se ha celebrado entre el 19 y el 26 de abril, ha decidido otorgarle el premio a la mejor película a El método Arrieta del joven realizador Jorge Gil Munárriz. Con 9,22 de puntuación la producción vasca, que cuenta la historia de las hermanas Lourdes y Mentxu Arrieta,se ha llevado el máximo galardón.

El documental, producido por la casa Moriarti, retrata la cotidianidad de estas dos hermanas que hace 35 años idearon un método para poder comunicarse entre ellas. Nacieron con un trastorno motriz, y eso les impidió comunicarse, ya que, aunque Mentxu puede hablar (no sin cierta dificultad) su hermana mayor no puede hablar y ni siquiera puede mover las manos. Ahora existe la tecnología más avanzada para que la comunicación sea posible, pero cuando eran jóvenes las dos hermanas no tuvieron otro remedio que inventarse un método propio. El método consiste en el movimiento del iris, moviendo los ojos es cómo se comunican.

Las producciones vascas suelen salir perdiendo en este tipo de certámenes por los prejuicios que puedan albergar los espectadores, pero esta vez ha pasado todo lo contario. El método Arrieta es interesante, pero no ha sido el mejor de esta edición. No tiene la fuerza necesaria y no logra emocionar salvo en contadas ocasiones. El autor no se ha atrevido a ir más allá, no ha querido poner a prueba la sensibilidad del espectador. Aunque la historia es muy poderosa por su particularidad el resultado no es tan bueno como se podía esperar. Una verdadera pena.

PERLAS DE LA SECCIÓN OFICIAL

El festival, organizado por el ayuntamiento de la ciudad, se ha convertido en una fecha ineludible para aquellos amantes del cine que deseen experimentar sensaciones fuertes. En la sección oficial de este año han competido 15 largometrajes, muchos de ellos estrenados en los certámenes más prestigiosos del mundo. La inauguración corrió a cargo de When Day Breaks del serbio Goran Paskaljevic, una bonita y emotiva historia que no defraudó a los incondicionales del autor.

Paskaljevic es un viejo conocido de nuestro país, ya que, ha ganado tres veces la Seminci de Valladolid, y como no podía ser de otra manera, When Day Breaks se estrenó en la pasada edición del festival vallisoletano. Además, Paskaljevic ha visitado varias veces la capital guipuzcoana, puesto que, el festival de cine y derechos humanos le otorgó el premio de hace 3 ediciones por defender a través de sus películas la solidaridad, el respeto y el entendimiento mutuo. Y no sólo eso, ya que, ese mismo año participó como presidente del jurado oficial en el festival de cine de San Sebastián.

When Day Breaks cuenta la historia de Misa, un profesor de música retirado que descubre gracias a una carta que fue desenterrada por los obreros que sus padres murieron en el campo de concentración de Belgrado. Por ende, descubre que fue adoptado y emprenderá la búsqueda para poder recuperar su verdadero pasado. No obstante, no se trata de una cinta acerca de las particularidades del nazismo, el pasado sólo es un mero pretexto para hablar de los males del presente como la dictadura del dinero y la soledad y la indefensión que sufren los ancianos como Misa. Nos advierte de que la intolerancia y la xenofobia no son cosa del pasado. Se trata de una entrañable y cálida historia, una delicia.

El turco Reis Celik nos regala una bellísima y sorprendente historia que nos dará qué pensar. El argumento de Night of Silence es bien sencilla: el protagonista acaba de salir de la cárcel y como el jefe del clan está en deuda con él le prepara una boda. Lo que pasa es que la esposa es todavía una niña. Los dos protagonistas tendrán que verse las caras en la noche de bodas. Toda la historia sucede en la habitación del esposo. El director elige el rito de la noche de bodas para hablarnos de sometimiento. Es una película que tiene por objetivo cuestionar las ideas de Occidente. Tratándose de una producción de Turquía es de esperar que tenga otro ritmo, así que, para algunos puede resultar aburrida.

Lore de Cate Shortland es una coproducción entre Australia y Alemania, y fue candidata para representar Australia en los Oscar, pero la Academia ni siquiera llegó a seleccionarla. Es una cinta de género, por ello, se podría haber proyectado tranquilamente en la Semana de Terror. Es inquietante y desconcertante, y los personajes que aparecen en la pantalla resultan muy amenazantes. La cámara se mueve constantemente y eso hace que nos transmita inseguridad e impaciencia. Se palpa la tensión en todo momento. Aunque la historia esté situada en la época nazi, se trata de un viaje iniciático que emprenderá la joven después de que sus padres la hayan abandonado para escapar de los aliados. Lore tendrá que encargarse de sus hermanos pequeños y en el recorrido se encontrarán con todo tipo de personajes.

También ha habido excelentes comedias como Un cerdo en Gaza, de Sylvain Estibal. Es una divertidísima sátira que hará las delicias del gran público. Nos habla de un pobre pescador que un día logra pescar un cerdo. Como musulmán tiene miedo de que su relación con ese animal impuro le traiga problemas, no quiere que Dios se enfade con él, ya que, parece que su Creador no le tiene en buena estima. Por ello, hará todo lo posible para desembarazarse de él. Los judíos y los musulmanes no comen carne de cerdo, así que el autor ha querido subrayar lo que tienen en común los dos pueblos. Además de hacernos reír durante todo el metraje, no quiere dejar pasar la oportunidad para burlarse maliciosamente de los mártires musulmanes.

UN DOCUMENTAL ASOMBROSO

En cuanto al género documental nos ha asombrado especialmente The House I Live In, del estadounidense Eugene Jarecki. Nos habla de la guerra contra las drogas que se intensificó con la administración de Nixon y que ha sido un fracaso. Pero lo peor no es eso, sino la injusticia que sufren las minorías étnicas en un país que es estandarte de la democracia y la libertad. El autor compara la guerra contra las drogas que se da en Estados Unidos con el holocausto judío. La tesis que defiende la obra en cuestión es realmente reveladora: la droga siempre se ha utilizado como pretexto para eliminar a chinos, mexicanos, italianos, negros…

El sistema no da a vasto con tanta gente, así que, hay que hacer algo con los pobres. Y nos revela el negocio que suponen las cárceles, por lo tanto, es de esperar que las cárceles sigan llenándose de “indeseables”. Queda demostrado que la justicia no existe. Mientras el negocio vaya viento en popa las autoridades tendrán vía libre para encarcelar a los pobres de manera injustificada. Un documental que no tiene desperdicio, ya que, se trata de una espeluznante y aterradora obra.  

BEÑAT EIZAGIRRE INDO.-

Pie de foto: El método Arrieta cuenta la cotidianidad de dos hermanas que ingenian un método para comunicarse, a pesar de su trastorno motriz.

LAS ANSIAS DE SUPERACIÓN POSITIVA

LAS ANSIAS DE SUPERACIÓN POSITIVA

En 2007, Daniele Luchetti nos sorprendió gratamente con Mi hermano es hijo único (Mio fratello è figlio unico), la historia de dos hermanos (interpretados con convicción por Elio Germano y Riccardo Scamarcio), a caballo entre los décadas de los 60 y 70, sus problemas y alegrías, sus ideas políticas, etc. Tres años más tarde construyó La nostra vita, película que esta semana nos llega con retraso a las cartelera. En ella vuelve a contar con su actor fetiche, Elio Germano, quien ganó la Palma de Oro en Cannes al mejor actor en 2010.

La trama se centra en Claudio (Elio Germano), un padre de familia de clase trabajadora que lleva una vida normal junto a su mujer Liliana (Stephania Montorsi), que está embarazada de su tercer hijo. Hasta que un día, el destino les juega una mala pasada. Entonces, este hombre tendrá que sacar adelante su vida y la de sus hijos, con esfuerzo, tenacidad y mucha dosis de optimismo y superación personal. Pero no estará sólo en la lucha, sinó que sus hermanos Piero (Raoul Bova) y Elena (Isabella Ragonese) y varios amigos, harán una piña para ayudarle.  

La película, aparte de la trama personal de superación personal y familiar del protagonista, un increíble Elio Germano, sensible, convincente en todos sus estados de ánimo (sólo hay que ver cómo llora, capaz de emocionar al espectador más reticente), también es un reflejo de la situación laboral y socioeconómica de Italia y, por ende, del resto de Europa. Los "chanchullos" en el mundo de la construcción, el problema de la inmigración ilegal, así como la "necesaria" integración de estos nuevos trabajadores/personas en el país de acogida, es tratado de forma realista y, a la vez, bastante acertada.  

Así pues, con un guión lleno de matices y unas interpretaciones muy naturales, la película consigue acercar esta historia llena de humanidad y de problemáticas personales y sociales al espectador, pero no opta por el tremendismo, la amargura y el pesimismo, como sí hace Ayer no termina nunca, de Isabel Coixet, sinó por su reverso más luminoso: la superación personal de las circunstancias dramáticas adversas a través de la lucha personal y la solidaridad fraternal y colectiva, con grandes dosis de optimismo. Con mucho trabajo y pocas lamentaciones, con la unión familiar y la integración social como banderas. Como debería ser siempre en la vida. Una gran lección vital.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Claudio y su hermana, unidos en lo bueno y en lo malo.

LAS HUELLAS DOLOROSAS DEL PASADO

LAS HUELLAS DOLOROSAS DEL PASADO

Ayer no termina nunca, de Isabel Coixet, que inauguró el pasado fin de semana en el Festival de Málaga, es una propuesta minimalista, austera, íntima y dolorosa. Una de las películas más extrañas y de autor que ha dado el cine español reciente. Ahora vamos a daros las razones.

Dos personas, una mujer (Candela Peña) y un hombre (Javier Cámara) se encuentran en una nave desértica, les han citado para firmar unos papeles. Luego descubrimos que es ella quien le ha citado a él. Se conocían, pero tras cinco años separados, el destino vuelve a propiciar un encuentro que servirá para exorcizar sus miedos, su dolor, su rabia y sus frustraciones. 

La película, de la que no conviene desvelar detalles de su argumento, pues en los diálogos y en la interpretación descarnada de sus dos únicos actores, reside la fuerza de esta propuesta, está claramente destinada a públicos minoritarios. Coixet desnuda emocionalmente a esta mujer, atrapada por una depresión inmensa y en un dolor sin fin por las pérdidas irreparables que ha sufrido en un pasado imborrable (tanto laborales como de seres queridos) y también a este hombre quien, en las mismas circunstancias, es el reverso más optimista de la misma moneda.

Durante el diálogo, vamos comprendiendo cuáles son las motivaciones y las preocupaciones de cada uno de ellos. Coixet, más que buscar la empatía del espectador, busca que sintamos todo el desgarro doloroso, el tormento que la oprime, la rabia, la impotencia y nos sintamos en un callejón sin salida, como en el que está encerrado la protagonista. Por ello, no necesita artificios, sinó que se sirve una nave industrial, un bosque y un cementerio como las mínimas localizaciones para no distraer la atención del espectador y concentrarlo en la esencia del relato. 

La trama, anclada en la sociedad española actual, es también una denuncia contra la crisis económica exacerbada, el paro, el corrupto sistema socioconómico y la inevitable "huída" de trabajadores a otros países de Europa para intentar mejorar su situación. 

A pesar de los méritos y los logros de esta propuesta radical y valiente y de la potente interpretación de sus dos actores, a nosotros se nos ha hecho un poco alargada pues, en cuánto el espectador descubre las claves de la triste historia y de sus personajes, puede desconectar y querer aislarse de tanto dolor y de tanto sufrimiento. Inevitablemente cuando termina la película, uno siente un gran alivio, como si se hubiese quitado un enorme peso de encima. 

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Dos personas con un pasado doloroso en común. 

ACCIÓN, ADRENALINA Y TRÍO DE GUAPERAS

ACCIÓN, ADRENALINA Y TRÍO DE GUAPERAS

Coches deportivos tuneados, un trío de guaperas y "macizos" (Álex González, Adriana Ugarte y Alberto Ammann), acción, adrenalina, romance con toques de erotismo, todo ello bañado de una potente banda sonora electrónica a cargo de Carlos Jean. Éste es el cóctel que configura Combustión, la nueva película de Daniel Calparsoro, destinada a reventar taquillas este fin de semana (siempre que Iron Man 3 se lo permita).

La trama bien poco importa, pues el guión no es el fuerte de este tipo de producciones, en breves pinceladas: una banda de atracadores  liderada por el peligroso Navas (Alberto Amman), se dedica a robar a ricos y pijos, poniendo como cebo a la sensual Ari (Adriana Ugarte). Un día deciden robar las joyas de la familia política de Mikel (Álex González), con lo que no cuentan es que no va a ser tan fácil como pensaban. 

La película gana enteros con el trío protagonista, en especial una sensual Ugarte, que se convierte en una especia de femme fatales poligonera; y también con el atractivo físico de Álex González (que vuelve a exhibir musculatura, tras Alacrán Enamorado, de Santiago Zannou) y Alberto Amman, un duro y peligroso ladrón, aficionado a las carreras ilegales, que por pose chulesca e indumentaria quiere emular al Ryan Gosling de Drive. 

Calparsoro consigue un entretenido thriller de buena factura técnica -la fotografía, la planificación y la puesta en escena son impecables y poco tiene que envidiar al cine de acción comercial norteamericano-. Es cierto que el guión resta credibilidad al conjunto y, en este sentido, se acerca a la saga The Fast & The Furious. Incluso los expertos en motor nos comentan es inverosímil pensar que ciertos modelos de coches puedan lograr tanto rendimiento en algunas escenas de piruetas al volante y carreras imposibles.

No obstante, la misión de entretener al personal con coches, chicas y chicos "cañón", acción trepidante a raudales y música molona parece que funciona. Por lo menos, las casi dos horas en el cine se nos pasaron en un suspiro. Eso sí, no esperéis verosimilitud y eleboración en su trama y personajes. Una película para dejarse ir en la butaca, disfrutar de sensaciones extremas y no pensar en nada.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Un trío de guapos protagonistas, uno de los alicientes del film.

VIDAS ON THE ROAD

VIDAS ON THE ROAD

Las películas road movie tuvieron su mayor apogeo con un libro del escritor Jack Kerouac titulado: En el camino (1957), en el que se cuenta las peripecias del viajero, por toda America, Sal Paradise buscando el sentido de la vida.

El cine rápidamente se fijó en esta obra literaria para crear un género que hasta aquel momento estaba algo disperso y muchos lectores quisieron seguir los pasos del protagonista haciendo el mismo trayecto de sus tres viajes. A partir de ese momento, se empezaron a llamar a los filmes sobre carretera road movie, quizás haciendo un homenaje a la obra cumbre de Jack Kerouac porque On the road se convirtió en la Bíblia de su generación y en una novela de continúa evolución.

El 19 de abril se estrenó en la gran pantalla la versión cinematográfica de: En el camino, un proyecto que ha costado tres décadas realizarlo y producido por Francis Ford Coppola, tal vez esta visión llegue a hacernos comprender como late el corazón de las road movies y, sobre todo, ejemplos que nos pueden dar para llegar a desafiarnos siendo un poco más aventureros en la carretera.

Por este acontecimiento cinematográfico, voy a aprovechar la oportunidad para sacar del olvido a tres producciones que cambiaron las películas de carretera en diferentes décadas. Viajando a través de ellas podemos darnos cuenta como veían la vida, cómo luchaban por avanzar interiormente y cómo soportaban las inclemencias de su viaje.

LAS UVAS DE LA IRA

Cuando John Ford realizó: Las uvas de la ira (1940) todavía no se habían inventado las road movie, pero ya se hacían películas sobre viajes por carretera y con ellas el cine descubrió cómo imaginar una tierra prometida; el mejor ejemplo de esta producción es una adaptación de la novela de John Steinbeck con el mismo nombre  que narra la peregrinación de Estados Unidos por todo el país para encontrar trabajo después del colapso bursátil. Hoy en día cuando se habla de esta película se la trata de obra maestra del séptimo arte porque el mundo entero se estremeció cuando conoció esta historia. Aunque existen, aún en la actualidad, opiniones contradictorias tratando de analizar la riqueza del libro con la ternura (descafeinada) de la película. Puede que este hecho sea una realidad porque la novela es mucho más brillante en sabores, imágenes y narración, pero la versión cinematográfica no se queda atrás porque con ella el mundo conoció la cruel vida de su protagonista Tom Joad (Henry Fonda).

Así seguimos a la familia Joad en su viaje de Oklahoma hacia California buscando el bienestar, pero antes de llegar a su destino verán la pobreza y la miseria que ensombrece el país dibujando un retrato muy realista de lo que dejó el crack de Nueva York.

El objetivo acompaña también al hambre dando protagonismo a la comida y a las ropas raídas de sus protagonistas, el blanco y negro de este análisis de la época se complementa a la perfección con la obra literaria dando un resultado bastante bueno para el cine, aunque no es como la obra de Steinbeck porque se come algunos trozos importantes para entender mejor a la filosofía de la terrible historia.

Las uvas de la ira es una historia sobre personas que buscan en un mundo oscuro lo que han perdido por un desastre económico, narra lo que se puede llegar a hacer por subsistir aunque tiene trazos tristes es necesario conocerla para tener un poco más de alma porque aunque esté ambientada en unos años que ya los vemos lejanos, el hombre sigue teniendo los mismos sentimientos que tenía entonces.

En un tiempo de crisis (como el que estamos) hay que recordar que también hubo otra crisis gorda en el siglo XX y eso es lo que nos muestra esta obra maestra, que camina a través del tiempo sin erosionarse y prácticamente sin apenas envejecer; tal vez las road movies tengan el alma de este monumento de Ford y, es por esta razón ,que este film se puede considerar como un discurso emotivo y luchador sobre el celuloide de la carretera.

LOS CARADURAS

Los caraduras (1977) dirigida por Hal Needham y protagonizada por Burt Reynolds y Sally Field se convirtió en la película favorita de Hitchcock, según declaro él mismo en muchas ocasiones, pero esta loca comedia sobre trotamundos encierra mucho más en la hora y media de su metraje.

Bandit, el camionero (Burt Reynolds) representa el espíritu libre de la carretera que conoce todas las señales y que sabe acelerar cuando le conviene hacerlo; su sinopsis es fácil de contar: nuestro héroe recibe un trabajo peligroso (¡por aquel entonces!) recoger un camión de lleno cerveza y conducirla por todo el país hasta Atlanta en sólo dos días.

En su viaje se encuentra con varias pruebas que consigue superarlas hasta llegar a su destino final; ahí nos damos cuenta que la película tiene una estructura de guión básica que no deja al espectador levantarse de su asiento.

Los caraduras muestra con todo detalle la hipocresía y el interés que tenemos la gente por conseguir una parte del pastel, el protagonista es un pícaro de los de antaño condenado a vivir en una sociedad de la América salvaje y profunda llena de corrupción y también de mentira, por ese espacio deambula Bandit para despistar a un sheriff de Texas que le persigue con mucha obsesión, este hecho trata de reflejar lo que es el protagonista y el antagonista que se complementan en toda la historia.

Todo acompaña el compás de Los caraduras que no se sale de la credibilidad ni de la filmación ni un segundo, de su metraje realizando una clase magistral de lo que es una road movie, pero en contra tiene su ritmo a veces alocado y a veces despistado que lleva al público a lugares de la trama que no tienen nada que ver con lo que les pasa a los personajes; te evade de la realidad pero sin dejarla de lado.

En conclusión: Los caraduras merece estar en la memoria del buen cinéfilo porque creó un subgénero dentro de las películas de carretera. Con esta obra nació la filmografía dedicada a los sinvergüenzas como personajes que pueden cambiar la mentalidad del mundo por eso deberíamos tratar de identificar los estilos cinematográficos que se pueden crear dentro de estos filmes tan emocionantes como audaces.

Y TU MAMÁ TAMBIÉN

Y tu mamá también (2001), dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón, puede que sea la mejor road movies de los últimos 20 años, es un canto a la juventud y a la soledad del ser humano cuando se enfrenta con un paisaje totalmente distinto e inexplorado porque se juntan en este filme la vida con la muerte de los sentimientos.

Interpretada por los actores mexicanos Gael García Bernal y Diego Luna y la española Maribel Verdú en unos papeles que están hechos a medida de los intérpretes, no hay en ella ninguna grieta por el paso del tiempo porque sigue estando de actualidad; pero, es mucho más, de lo que se ve puede llegar ablandar los corazones de los espectadores por un conflicto de kilómetros a lo largo de México porque vemos cómo vive la gente y nos identificamos con su lenguaje, sus problemas, sus sueños…

Todo empieza cuando Julio (Gael García Bernal) y Tenoch (Diego Luna) conocen a Luisa (Maribel Verdú) deciden entre los tres hacer un viaje por todo el país (México) sin rumbo fijo para encontrarse a ellos mismos poniendo sobre la mesa su amistad, su sexualidad y su vida. En ese trayecto surgen los conflictos, los celos y el amor construyendo una obra de arte del celuloide muy difícil de olvidar y también complicada de darle la espalda.

En el plano técnico no hay nada que reprochar a Y tu mama también, porque parece que nosotros estamos dentro su vehículo en todo momento haciendo al espectador muy cercano a la tensión de los personajes por no conocerse a ellos mismos pero al final acaban madurando reconociéndose en los espejos; también los espectadores sufren al ver esta mutación dejando un gusto agridulce y nostálgico al terminar porque no deja de ser la auténtica road movie que puede enseñar cosas a las otras películas de este género universal.

He dado unas cuantas razones por la que se merece esta obra ser el mejor referente de las películas sobre carretera porque Alfonso Cuarón dio otro sentido algo más moderno y más valiente a este género y consiguió juntar en una misma sala a muchos caracteres de gente para ver una historia emocionante y tierna a partes iguales… Eso es lo que consiguió: Y tu mamá también… Un enorme referente para seguir explorando en las carencias de la vida.

Para terminar está analítica, voy a iniciar un viaje por las carreteras del cine para encontrar un destino todavía desconocido porque mañana este discurso de asfalto y paisajes seguirá su camino por las salas de cine dando al séptimo arte otras obras para sorprendernos. 

JORGE GIRBAU BUSTOS.-

Pie de foto: Y tú mamá también, paradigma de la road movie contemporánea.

LA ANGUSTIA DEL HOMBRE ACORRALADO

LA ANGUSTIA DEL HOMBRE ACORRALADO

Thomas Vintenberg, uno de los padres fundadores del movimiento Dogma, era hasta este momento reconocido por Celebración. A partir de hoy, día en que se estrena Jagten (La Caza), va a pasar a ser alabadísimo por este trabajo. 

En La Caza se nos explica la historia de Lucas (un soberbio Mads Mikkelsen), un profesor de parvulario quien, víctima de una mentira y de sus imprevisibles consecuencias, se convertirá en un animal acorralado, sufriendo el desprecio y el aislamiento en el pueblecito de la Dinamarca rural donde vive. Conviene no desvelar aspectos esenciales de la trama para poder disfrutar plenamente de una película que se va cociendo poco a poco y, a medida que se va desarrollando el relato, el espectador siente la opresión y la angustia existencial de este falso culpable acosado por las circunstancias externas. 

Mads Mikkelsen se convierte en la pieza clave de la historia: a través de su mirada trasitamos por todos los estados de ánimo del protagonista (desde la tranquilidad y la amabilidad, a la rabia y la impotencia más absoluta). La maestría de este reputado actor danés fue muy merecidamente reconocida con la Palma de Oro al mejor actor en la pasada edición del Festival de Cannes.

Aunque sería injusto atribuirle todos los méritos al actor ahora en boga por la serie Hannibal. Pues los niños, Annika Wedderkopp y Lasse Fogelstrom, como la "inocente" Klara y Marcus, el hijo de Marcus, obligado a madurar de golpe por la situación, son fundamentales para el buen acontecer del relato, que fluctúa entre la calma tensa y las explosiones de violencia. En su expresividad sentimos, de manera muy distinta, el dolor de una infancia manipulada por los adultos, pues no olvidemos que la historia explica cómo se magnifica una mentira hasta llegar a cambiar radicalmente la vida de una persona.

La película sirve para denunciar cómo en esta sociedad hipócrita en la que vivimos se expande y se instala el miedo en una comunidad, cuestionando a uno de sus miembros. Así mismo, esta mentira sirve para hacer reaccionar a cada una de las personas de esta comunidad: desde sus vecinos, hasta sus amigos, pasando por sus seres queridos. Lucas es repudiado, aislado y agredido verbal y físicamente por personas de esta pequeña comunidad, como si fuese un "apestado". Asimismo, en el mensaje de La Caza subyace el hecho de que no existe lugar para la esperanza en este mundo podrido por las habladurías y las mentiras. En este sentido, Vintenberg construye una metáfora aspera, cruda y desoladora sobre la intolerancia y la incapacidad de perdonar a nuestros semejantes. 

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Lucas y su hijo, una relación paterno-filial marcada por el dolor y las circunstancias externas.