NOIR TREPIDANTE Y ROMÁNTICO
La venganza del hombre muerto (Dead Man Down) es un thriller noir al uso sobre venganzas con un guión bastante típico y tópico para este tipo de producciones. No obstante, hay algunos elementos que hacen que la película se siga con bastante interés, en primer lugar, el buen hacer de su director, el sueco Niels Arden Oplev, artífice del primer Millenium: los hombres que no amaban a las mujeres, así como de la miniserie original. Para este film cuenta con su actriz fetiche, la sueca pero cada vez más internacional, Noomi Rapace y el hombre duro más sensible de Hollywood, Colin Farrell, una pareja que que rezuma buena química.
En breves apuntes, la trama es la siguiente: Víctor (Colin Farrell) es un asesino a sueldo que trabaja en Nueva York para un todo-poderoso criminal, Alphonse (Terrence Howard) y vive amenazado por otro temible asesino. Al conocer a Beatrice (Noomi Rapace) se enamora. Aunque esta relación no será tan fácil porque tanto ella como él tiene oscuros secretos que esconder y venganzas que llevar a cabo.
A pesar que el guión, firmado por J.H. Wyman, que firma el libreto de la serie Fringe, no es espectacular, sí que cuenta con algunos giros y algunas sorpresas llamativas para captar la atención del espectador, quien no se descuelga de la trama. El cóctel entre noir contemporáneo, thriller de acción ambientado en los bajos fondos neoyorkinos y romance oscuro y complicado es tan efectivo como efectista gracias, sobre todo, al buen hacer de la pareja protagonista, a un montaje envolvente y al buen pulso narrativo que le imprime su director.
Aunque en algunos momentos, el film nos recuerda en su temática violenta a El castigador, de Jonathan Hensleigh, ésta película es mucho más completa, más entretenida y más trepidante.
JR PALOMAR.-
Pie de foto: Magullados y perseguidos, Víctor y Beatrice vivirán un romance in-extremis.
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