FÁBULA SHAKESPERIANA SOBRE LOS IDEALES Y LA AMBICIÓN

Tras diseccionar el mundo del periodismo televisivo de los años 50 contraponiéndolo a la esfera política, es decir, mostrando los conflictos entre Edward R.Murrow y el senador de "la caza de brujas" McCarthy en Buenas noches y buena suerte, nos llega Los Idus de Marzo.

Con guión de Grant Geslow (nominado al Oscar por este trabajo y que ya se encargó del script de su obra precendente), George Clooney nos presenta una película política con tintes biográficos, pues su padre, Nicholas Clooney tuvo una breve carrera política como candidato demócrata al congreso por Kentucky.

Filmada en Cincinatti -cerca de su Kentucky natal-, la cinta nos cuenta los entresijos de la campaña presidencial del gobernador Mike Morris (el propio Clooney), ayudado por su mano derecha, Stephen Meyers (un Ryan Gosling cada vez más consolidado como actor de qualité) y por todo un gabinete que le respalda. Philip Seymour Hoffman, Marisa Tomei, Paul Giamatti o Evan Rachel-Wood son el elenco que acaba de redondear esta historia centrada en los personajes.

Como si de una tragedia shakesperiana se tratase, la película cuenta los mecanismos del poder, los sacrificios que habría que hacer por los propios ideales en favor de los ajenos y responde a la pregunta de hasta dónde una persona estaría dispuesta a llegar aún sabiendo que su decisión puede implicar el prejuicio de los demás. Todo ello en forma de intriga política, donde las decisiones morales equidistan entre las posiciones demócratas y republicanas, en función del momento de la historia que nos narra.

Así pues, en esta fábula sobre la ambición, nos encontramos todo tipo de referencias a figuras políticas relevantes. El título, los idus de Marzo, no puede ser ya más significativo en su aproximación a Shakespeare: fue el día en que Julio César fue asesinado. Y hasta aquí podemos contaros.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: ¿Ryan Gosling es el sucesor de George Clooney?