LECCIÓN MAGISTRAL DE VIDA
Las películas que vienen avaladas por gran éxito de crítica, público o galardones suelen ser las más comentadas, las más leídas y cuyos tráilers son los más descargados en youtube.
El problema de Intocable es que ya se sabe demasiado de ella y que no se debería explicar tantos detalles del argumento para dejarse llevar por la magia de una historia, inspirada en hechos reales, que es una lección magistral de vida y que ello lo consigue sin la pretensión de aleccionar a nadie, sin entrar en moralismos ni sentimentalismos facilones. Y que además, no se asusten los más escépticos, pues afortunadamente no se trata de una "película-manual-de autoayuda".
Sus protagonistas son, por una parte, el histérico caza-comadrejas que brilló en la historia coral "Pequeñas mentiras sin importancia", un François Cluzet que para nosotros es el hermano joven de Dustin Hoffman en Francia. Por la otra, está Omar Sy, un popular cómico francés muy en la onda del Will Smith en sus inicios.
¿Cómo esta extraña pareja formada po Phillippe, un millonario de gustos exquisitos que se ha quedado tetrapléjico y Driss, un naufragado inmigrante de los suburbios parisinos llegará a entenderse tan bien?
Porque uno ve el otro aquello de que carece, más allá de la simple movilidad física, Phillippe encuentra en Driss el descaro, el arrojo y la energía de él mismo cuando era más joven. Él no le ofrece una mirada compasiva sobre su infortunio, sinó un soplo de aire fresco, la única vía para evadirse de la apatía de su encorsetado entorno. Para Driss, Philippe le representa, en una primera instancia, salir de la pseudomarginalidad y luego un referente del buen gusto y el refinamiento de los que él carece. Ninguno de ellos pretende cambiar al otro, sinó que su relación profesional evoluciona en una amistad en la cuál ambos se enriquecerán de su mútua compañía.
La química entre los dos actores es contagiosa, los personajes se saben reír de ellos mismos. Olivier Nakache y Éric Toledano imprimen a la cinta de un buen ritmo narrativo y situaciones delirantes, que hacen gala de un humor muy francés y a veces, con muy mala bava.
Una gran película que servirá para levantar los ánimos y devolver la sonrisa a todo aquel que la busque, se sienta o no alicaído por las circunstancias que le hayan tocado vivir.
SONIA BARROSO.-
Pie de foto: Driss y Philippe le ponen una sonrisa a la vida.
2 comentarios
Sonia -
Yo tampoco suelo informarme demasiado sobre una película antes de ir a verla, sinó que prefiero leer después del visionado. Aunque muchas veces es inevitable, por simple curiosidad.
Si me gusta el director, voy a ver la película con muchas más ganas y altas expectativas, está claro.
Y la verdad es que muchas veces se cumplen las expectativas creadas previamente.No obstante,a veces, si son tan elevadas, uno acabe sintiéndose un poco defraudado...
A pesar de eso, también intento ver el lado bueno de cada película (aunque algunas no sé por dónde cojerlas).
Saludos!
Beñat -
¡Saludos, Sonia! Hasta pronto.