UNA COMEDIA DEMASIADO LIGHT
Aún nos duelen las mandíbulas de la risa al recordar una comedia de hace un par de años, "Cómo acabar con tu jefe", donde tres desgraciados e infelices trabajadores interpretados con convicción por Jason Bateman, Jason Sudeikis y Charlie Day tenían que hacer frente a un jefe despótico u mafioso (Kevin Spacey); a un vicioso depravado (Colin Farrell) y a una ninfómana (Jennifer Aniston). Aquella comedia, con un espítitu totalmente lúdico y petardo, proporcionaba algunos gags y situaciones delirantes, que funcionaban a la perfección.
Dos años más tarde, nos llega la nueva comedia del director de Cómo acabar con tu jefe, Seth Gordon, y los fans teníamos motivos de sobra para celebrarlo. Por la cara prometía, a priori, risas y buenas interpretaciones, esta vez a cargo de Jason Bateman, objeto de una suplantación de identidad por una mujer, Sandy Patterson, con el mismo nombre y con un viaje de Denver a Miami, donde se esperaban gags y situaciones cómicas inolvidables.
La decepción es mayúscula cuando nada de eso ocurre. La comedia es muy ligera, sin chispa y los actores están un paso atrás de la anterior película, Jason Bateman parece que no se cree mucho su personaje, mientras que Melissa McCarthy es la que pone más empeño en levantar una película que provocará más bostezos que risas y que sólo se puede ver como una historieta muy light, destinada a contentar a fans de la comedia americana menos exigente. Con el material de partida, a priori prometedor, nos esperábamos mucho más. Una lástima.
JR PALOMAR.-
Pie de foto: Un equívoco de identidad pondrá en marcha los mecanismos de la comedia más ligera.
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