SHERLOCK, LO MEJOR DE LA FUNCIÓN
Si dos años atrás, Guy Ritchie sorprendió con la revisitación postmoderna del mítico detective Sherlock Holmes y su fiel ayudante el Doctor Watson y dejó una puerta abierta a una posible secuela con la simple mención del nombre de Moriarty, ahora se ha cerrado el círculo.
Sherlock Holmes: Juego de sombras repite protagonistas: el excéntrico y carismático Sherlock compuesto por Robert Downey Jr y su acólito y todo hay que decirlo, un paso por detrás, Jude Law encarnando de nuevo a Watson. En esta ocasión, la aventura es más sombría, acercándose a la estética de cómic gótico creado por Alan Moore.
Si lo mejor de la función debía ser el súper villano Moriarty (Jared Harris) hemos de decir que no está a la altura de las expectativas creadas -a diferencia del inquietante y misterioso malvado Lord Blackwood que bordaba Mark Strong en primera parte-. Seguramente porque el auténtico rey de la función sigue y seguirá siendo Downey Jr alias Sherlock. A pesar de la inclusión de una de las actrices de moda, Noomi Rapace (a la que le sigue pesando la sombra alargada de Lisbeth Salander), la historia no ofrece grandes sorpresas ni alicientes, pues ha perdido el factor sorpresa de la cinta original.
No obstante, la estética oscura y la diversión están aseguradas. Contentará a los fans de Guy Ritchie y de Robert Downey Jr y no tanto a aquellos que busquen una trama diferente y original para esta secuela que, de nuevo, vuelve a quedar abierta para que una nueva propuesta cierre dentro de un tiempo la trilogía.
SONIA BARROSO.-
Pie de foto: Un cada vez más interesante Robert Downey Jr vuelve a ponerse en la piel del carismático Sherlock Holmes de Guy Ritchie.
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