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ACE ATTORNEY: UNA BROMA DE MAL GUSTO

ACE ATTORNEY: UNA BROMA DE MAL GUSTO

El director japonés Takashi Miike nunca deja de sorprendernos. Puede ofrecernos una obra maestra que nos deje boquiabiertos de la misma manera que puede hacernos partícipes de un espectáculo realmente lamentable. Ace Attorney (Gyakuten saiban, 2012) ha sido editado directamente en DVD después de su estreno en el festival de Sitges y después de su paso por la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. Ace Attorney es de esas películas que junto a Yakuza Demon o Big Bang Love, Juvenile A pertenecen al segundo grupo antes mencionado. Hay algunas obras de Miike que es mejor olvidarlas cuanto antes y por desgracia ésta es una de ellas. Estamos ante una cinta totalmente prescindible.

Miike es un director verdaderamente prolífico que puede llegar a rodar hasta 5 películas en un solo año y por ello no es de extrañar que sus obras sean irregulares. Tomando como referencia este dato es lógico que nos defraude en muchas ocasiones, pero las alegrías que nos brinda tampoco tienen baladí. Su cine extraño, provocador, extremo siempre va más allá y subvierte todas las normas y convenciones que pueda haber. Miike disfruta haciéndonos ver lo fino que puede ser el límite que separa la cotidianeidad de la monstruosidad. La barbarie y la civilización son dos caras de la misma moneda y con el autor de Yao (Osaka) pasamos de un estado a otro sin que nos demos ni cuenta. Las fronteras que nos hacen sentir seguros pueden ser borrados con una sola acción y esa sensación de malestar es lo que quiere que sintamos cada vez que nos sentamos a ver alguna de sus películas. Su cine es verdaderamente desconcertante.

Su provocativo estilo resulta aterrador y a la vez cómico porque lo utiliza para remover consciencias, no sólo para entretener al público que desea un rato de diversión y jolgorio. A estas alturas de su carrera una cosa es segura: no deja indiferente a nadie. Su capacidad para asombrar al espectador no conoce límites y siempre nos tiene preparado escenas realmente increíbles y fascinantes. Las escenas dónde se tortura a algún desgraciado son simplemente brillantes. Posee una imaginación que muchos ya quisieran, y lo que es más importante no le gusta la autocensura. En la exitosa serie de terror estadounidense Masters of Horror censuraron su capítulo titulado Imprint porque aparecían fetos en ella (los puritanos no deberían ver sus películas). Está claro que nunca ha sido moderado ni recatado. La irreverencia es parte de su demencial y sugerente obra. Pero el sadismo de Miike no es gratuito, como ya he señalado antes su objetivo es mostrar la violencia y el sin sentido que padece la sociedad actual. Quiere hacernos reflexionar sobre las acciones más delirantes que puede llevar a cabo una persona cualquiera.

Ace Attorney es una cinta ridícula, que no logra despertar el interés del espectador, y que no tiene la rigurosidad que debería tener dada sus características. Además, carece de seriedad alguna. Se trata de una patochada que no merece ni la más mínima atención. Se trata de un drama judicial que se basa en un videojuego desarrollado por la empresa japonesa Capcom (la misma que está detrás del proyecto) y parece que Miike quiere denunciar el espectáculo y el circo que se han convertido los juzgados. Pero el resultado no es nada convincente, al contrario, resulta inverosímil y bochornoso. Es realmente patético. Parece que estamos observando los sucesos de un patio de colegio; la gente habla cuando quiere y hace lo que le da la gana.

Al parecer los guionistas se permiten todo tipo de licencias con tal de no trabajar. La historia que se nos cuenta carece de toda trascendencia y de emoción, no logra enganchar al espectador, ni siquiera consigue suscitar ningún tipo de interés. No es una cinta seria, puesto que, parece que no hay reglas que valgan. Que todo está permitido. Las pruebas que son fundamentales para incriminar al acusado o para desestimar lo ya dicho no tienen ningún fundamento, y parece que todo esté justificado. Sacan las pruebas de la manga si se tratara de un truco de magia, y eso no le aporta nada. La verosimilitud del relato acaba resintiéndose de mala manera. No resulta creíble y por ello la cinta se convierte en una broma de mal gusto. Con juicios como los que podemos ver en Ace Attorney, no habría ningún asesino en la calle. Una película decepcionante.        

BEÑAT EIZAGIRRE INDO.-

Pie de foto: Dos protagonistas de videojuego para una cinta prescindible.

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