SUPERMAN EN LA EPOCA SUBPRIME
Eran a finales de los ’70 cuando el mundo estaba asfixiado por el alto precio del petróleo y Occidente veía como su industria tradicional sucumbía ante el embate de el país del sol naciente cuando surgió un rayo de esperanza. Hollywood lanzó a Superman como héroe para salvar al mundo de los malignos, insuflando esperanzas a los sufridos espectadores que sus problemas tendrían solución.
Actualmente, cuando la crisis bancaria aprieta algo más que las tuercas, vuelve a surgir un héroe. Esta vez no viene de otro planeta, sino que acaba de ser despedido por la sinrazón de una gran cadena de hipermercados. Tom Hanks, encarna en Larry Crowne, este sufrido ciudadano.
En su día a día, se encara a la crudeza del mercado laboral y haciendo honor de capacidad de superación y ganas de salir adelante, combina su tiempo en las aulas de la universidad con las de las cacerolas de un modesto y atribulado restaurante. En su particular cruzada a favor su reinserción en la sociedad laboral y de consumo cuenta con unas fieles y particularísimas amistades que amenizan el relato.
Tom Hanks está espléndido en este rol sin pretenciones. Y ahí yace el mérito de Tom y quien se pregunte por qué ha ganado 2 Oscars, le valdrá saber que es un rey Midas que transforma una sencilla historia -que no simple-, en un entretenido film.
No nos podríamos olvidar de una Julia Roberts, que en poco tiempo se convertirá en la suegra de América, quien parece haberse tomado este film como un mero encargo y a quien sólo le basta con lucir sonrisa como sólo ella sabe para justificar sus honorarios.
Vedla si sóis muy fans de su archiconocida pareja protagonista y daréis por bien empleado vuestro tiempo y dinero.
DAVID PALOMAR.-
Pie de foto: El rey Midas de Hollywood y la sonrisa de América.
0 comentarios