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JULIA, UNA RADIANTE Y SONRIENTE PREMIO DONOSTIA

JULIA, UNA RADIANTE Y SONRIENTE PREMIO DONOSTIA

La sonrisa y la emoción contenida y exultante de Julia Roberts iluminó el festival en la entrega del Premio Donostia a manos de Javier Bardem ayer noche. Pero Julia, no solamente vino para recibir el galardón, ni para darse un baño de masas entre los numerosos aficionados que se agolpaban en las puertas del hotel María Cristina y del Kursaal, sinó para presentar su nueva película Eat Pray Love.

La cinta se enmarca dentro de lo que podíamos denominar "manuales de autoayuda". Julia Roberts interpreta a un personaje real, el de la periodista Liz Gilbert, quien para superar un divorcio decide embarcarse en una aventura que la ha de llevar al autoconocimiento, la superación personal y el reestablecimiento del equilibrio perdido tras la ruptura sentimental, que ella misma forzó. La película pretende ser una sucesión de momentos más o menos trascendentes.

El film sucede en tres lugares: Roma, India y Bali. En Roma siente el placer de la comida, envuelta de nuevos amigos y de un nuevo lenguaje por descubrir lleno de infinitas posibilidades que permitan definirla como persona. En la india se topa, enmedio de la meditación, con otro personaje con el corazón roto, Richard de Texas (interpretado soberbiamente por Richard Jenkins), quien acabará convirtiéndose en un buen amigo y en un pilar de autosuperación. Por último, en Bali pretende seguir rezando con la ayuda de un gurú espiritual y buen amigo. Allí conoce a Felipe (Javier Bardem), otro ser lastimado por la vida y el amor, con miedos compartidos en común. 

La crítica más grande que puede hacérsele a este film feminista es si es necesario este periplo alrededor del mundo para volver a creer en la vida y el amor. Parece como si la protagonista de Sex & The City pretendiese redimirse de su vida anterior, aunque en este caso todo se ve impregnado por un sentido espiritual, que casi roza la extenuación. Por lo tanto, se trata de una película alimenticia que, si bien es cierto que ha aportado mucho a sus protagonistas, también podemos pronosticar que no pasará a los anales del cine. Por lo que a mí se refiere, prefiero Bajo el sol de la Toscana o Un Buen Año, que tratan temas similares de un modo menos filosófico y más liviano.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Julia Roberts exhibió su sonrisa característica al recibir el Premio Donostia.

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