GRITOS, LLOROS Y PUÑETAZOS
La mañana de ayer sábado empezó con el rugido de la marabunta, no la película sino del centenar largo de fans de la saga Crepúsculo quienes aullaban por los huesos del mayor de la saga Cullen, Emmet, interpretado por Kellan Lutz. Esto no es nuevo pues ya es el segundo año que en este Festival se pasean estos actores y la ganancia es doble: Por un lado el certamen se da a conocer a un público más hetereogéneo y los productores de la franquicia tratan de dar a la saga un aire más de género a sus películas y de paso presentar en formato DVD un nuevo título.
A principios de la tarde se proyectaba la nueva cinta de Andrew Lau: The legend of the fist. Como si de un Braveheart se tratara, el héroe reparte estopa a diestro y siniestro, como si de un revival de los 70 se tratara. Nada más lejos de la realidad, esta es la tercera vez que se versiona la misma historia de un resistente chino al imperialismo japonés. Se trata de un héroe de la mitología china.
En este caso, el diseño de producción es de una factura impecable, las escenas de lucha están magistralmente rodadas y el único fallo es...la inexprevisidad a lo Chuck Norris de Donnie Yen el sufrido protagonista quien sufre en sus carnes la opresión del país del sol naciente y de una femme fatal...
Véanla si tienen oportunidad de ello, pero no esperen ver una obra maestra sino un producto entretenido.
Pie de foto: ¿Quién es quién? El fotografiado y admirado Kellan Lutz, con el que nunca lo será, detrás de él con cámara en mano.
DAVID PALOMAR.-
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