En un mundo de superhéroes
Para conocer la historia de Superman en el cine hay que adentrarse en el maravilloso mundo del cómic. La primera historia suya apareció poco antes de que empezase la segunda guerra mundial bajo el trazo de Jerry Siegel y Joe Shuster quienes plasmaron una idea para entretener al mundo en sus ratos de diversión, aunque esta diversión era un poco injusta porque el planeta se estaba preparando para una contienda aterradora pero aún así los niños se despreocuparon de los problemas de los mayores con la lectura de las aventuras del primer superhéroe moderno que podía verdaderamente salvarnos de la muerte y de la destrucción.
Es importante ver entonces a Clark Kent como un álter ego de nuestra humanidad. No ha cambiado su vestuario ni su forma de salvar de los problemas al ser humano; al superhéroe se le ha utilizado siempre para insuflar ánimos a la sociedad cuando hemos tenido épocas de conflicto.
Pero tocando el cine… El héroe fue construido basándose en dos actores del cine mudo: el espadachín Douglas Fairbanks y el cómico Harold Lloyd. Así de esta manera dieron vida a un mito inmortal; hoy todos conocen a Superman, todos saben de donde viene y que material puede debilitar sus fuerzas. Hoy podemos ver el rasgo mitológico y hasta bíblico que tiene el personaje al remitirnos a Sansón y Hércules, ya que él puede ser el Sansón de nuestro tiempo luchando contra el mal.
Todo era muy cinematográfico para sus creadores. Incluso el nombre civil del personaje, Clark Kent viene de la unión de dos actores: Clark Gable y Kent Taylor y la ciudad donde vive nuestro superhéroe es un homenaje a la película Metrópolis de Fritz Lang, la joya del cine mudo de ciencia-ficción. Se dice también que pusieron el nombre al superhéroe basándose en el filósofo alemán Friedrich Nietzsche y en su teoría del superhombre porque en esa época tumultuosa este concepto servía para luchar contra el nazismo.
Dentro del cine cuando recordamos al malogrado actor Christopher Reeve lo relacionamos con Superman y sin lugar a dudas es el mejor Superman de todos los tiempos porque le dio un carisma que no tenía hasta la fecha. Acompañado por la actriz canadiense Margot Kidder que encarnaba a su compañera Lois Lane dio vida al héroe en cuatro cintas que se estrenaron entre 1978 y 1987.
Pero la mirada de esta analítica se dirige a explorar el universo de la primera película de esta saga de aventuras porque es la más interesante de todas por varias razones que ahora las voy a tratar de explicar:
Esta superproducción puede ser la despedida de unos cuantos actores de los de raza que llenaron las salas en las décadas de los 30, 40, 50, 60 y 70 del siglo XX; me refiero a: Jackie Cooper, Marlon Brando, Maria Schell o Glenn Ford… Y éstos dieron su testigo a la nueva hornada de intérpretes que entre ellos estaba un soberbio Gene Hackman dando vida al malvado Lex Luthor.
Pero esta situación de actores viejos y jóvenes es un homenaje a todo lo que tiene Superman para el cine, dando una lección de historia cinematográfica y homenajeando de paso a las glorias interpretativas de siempre con su buen gusto.
Pero esta cinta de aventuras no es sólo como un congreso de grandes figuras porque quiere ser una idea universal; a fin de cuentas Superman es una gran metáfora de la libertad del ser humano y de expansión en sus ideales de progreso. En este personaje se deja caer un discurso de progreso científico dando a entender que todavía la vida en el planeta sigue siendo primitiva. Ese es su verdadero mensaje.
Para las dos primeras películas de esta saga contaron con los diálogos del escritor estadounidense Mario Puzo porque dio energía a la trama de este superhéroe dando realismo a la fantasía del cómic.
Estas razones que acabo de dar son algunas por las que hay que recordar esta película que prácticamente tiene todo para ser la mejor saga de Superman que se ha rodado a fecha de hoy.
JORGE GIRBAU BUSTOS.-
Pie de foto: Con Christopher Reeve, Superman voló alto en Hollywood.
0 comentarios