ROMAIN DURIS, UN DIAMANTE EN BRUTO
Romain Duris es el prototipo de actor francés que me encanta. Ni guapo ni feo, posee ese atractivo animal que caracteriza algunos actores de raza, como es el caso de Vincent Cassel o Jean Reno e incluso a nuestro Sergi López quien, de tanto trabajar en el país galo, ya es un poco más francés.
Le descubrí en Una casa de locos, donde su presencia, a pesar de jugar enmedio de un reparto coral, ya llamaba poderosamente la atención, y me enganché a la segunda parte: Las muñecas rusas. Luego llegarían Arsène Lupin, una cinta de época y la extraña, Exils, de Tony Gatlif. Pero donde de verdad brilló con luz propia fue en la estupendísima, De latir mi corazón se ha parado (es de obligado versionado en versión original), donde interpreta a un brutal sicario del mundo inmobiliario que quiere ser pianista.
El año pasado, me volvió a sorprender en París, en un registro mucho más sensible al que nos tiene acostumbrados. Ahora, en breve, llegará a nuestras pantallas con Heartbreaker (Los seductores), cuyo trailer vi por primera vez en el cine hace unos días, una cinta en la que enamora a Vanessa Paradís, la compañera de Johnny Depp en la vida real.
Seductor sin proponérselo, Romain nos mete a todos en el bolsillo con su talento y sus buenas elecciones en cine. Si no lo conocen aún, se pierden un diamante en bruto.
SONIA BARROSO.-
Pie de foto: Romain Duris, un actor brutal.
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