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ACCIÓN, ADRENALINA Y TRÍO DE GUAPERAS

ACCIÓN, ADRENALINA Y TRÍO DE GUAPERAS

Coches deportivos tuneados, un trío de guaperas y "macizos" (Álex González, Adriana Ugarte y Alberto Ammann), acción, adrenalina, romance con toques de erotismo, todo ello bañado de una potente banda sonora electrónica a cargo de Carlos Jean. Éste es el cóctel que configura Combustión, la nueva película de Daniel Calparsoro, destinada a reventar taquillas este fin de semana (siempre que Iron Man 3 se lo permita).

La trama bien poco importa, pues el guión no es el fuerte de este tipo de producciones, en breves pinceladas: una banda de atracadores  liderada por el peligroso Navas (Alberto Amman), se dedica a robar a ricos y pijos, poniendo como cebo a la sensual Ari (Adriana Ugarte). Un día deciden robar las joyas de la familia política de Mikel (Álex González), con lo que no cuentan es que no va a ser tan fácil como pensaban. 

La película gana enteros con el trío protagonista, en especial una sensual Ugarte, que se convierte en una especia de femme fatales poligonera; y también con el atractivo físico de Álex González (que vuelve a exhibir musculatura, tras Alacrán Enamorado, de Santiago Zannou) y Alberto Amman, un duro y peligroso ladrón, aficionado a las carreras ilegales, que por pose chulesca e indumentaria quiere emular al Ryan Gosling de Drive. 

Calparsoro consigue un entretenido thriller de buena factura técnica -la fotografía, la planificación y la puesta en escena son impecables y poco tiene que envidiar al cine de acción comercial norteamericano-. Es cierto que el guión resta credibilidad al conjunto y, en este sentido, se acerca a la saga The Fast & The Furious. Incluso los expertos en motor nos comentan es inverosímil pensar que ciertos modelos de coches puedan lograr tanto rendimiento en algunas escenas de piruetas al volante y carreras imposibles.

No obstante, la misión de entretener al personal con coches, chicas y chicos "cañón", acción trepidante a raudales y música molona parece que funciona. Por lo menos, las casi dos horas en el cine se nos pasaron en un suspiro. Eso sí, no esperéis verosimilitud y eleboración en su trama y personajes. Una película para dejarse ir en la butaca, disfrutar de sensaciones extremas y no pensar en nada.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Un trío de guapos protagonistas, uno de los alicientes del film.

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