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PASTICHE INTERGALÁCTICO

PASTICHE INTERGALÁCTICO

Oblivion, de Joseph Kosinski (Tron Legacy), está basada en una novela gráfica de ciencia-ficción, obra del mismísimo director, que lleva el mismo título. La trama, algo rocambolesca nos explica que la Tierra está desierta tras un ataque de una raza alienígena a la Luna y posteriormente, a la Tierra.

El héroe de la historia es Jack Harper, un Tom Cruise, del cuál se vuelve a decir que ha rodado todas sus escenas de acción sin dobles, que se encarga de liderar una misión para conseguir obtener los últimos recursos para subsisitir. Jack comenzará a dudar sobre el sentido de su vida cuando conoce a una chica (Olga Kurylenko), que viaja en una cápsula espacial que choca contra ellos y se tendrá que enfrentar, a su vez, al jefe de la resistencia, interpretado por Morgan Freeman.

¿Qué tiene Oblivion de especial? Ser la primera de toda una serie de películas de ciencia-ficción apocalíptica que nos van a llegar los próximos meses, tales como Star Trek: into the Darkness; de J.J. Abrams, After Earth, de M.Night-Shyamalan; Elysium, de Neil Blomkamp, El juego de Ender, de Gavin Hood o World War Z, de Marc Forster. 

Al verla, uno tiene la sensación que la cinta no aporta nada nuevo al género, pues la rebelión entre los hombres y las máquinas ha sido fruto de muchas otras obras mayores, desde Alien o Prometheus, hasta Blade Runner, pasando por Matrix o Terminator. Quizás, por destacar algún elemento, os diremos es la única película de sci-fi rodada a la luz del día y en los espectaculares escenarios naturales de Islandia. 

Los efectos especiales son correctos y las escenas de acción están bien rodadas, pero los actores no aportan apenas matices a sus personajes. Incluso están mejor y más logrados los papeles femeninos de Olga Kurylenko y de Andrea Riseborough, que el propio Cruise y Freeman que ruedan sus escenas con el piloto automático puesto, sin creerse ni implicarse mucho en lo que nos están contando.

La cinta, que dura algo más de dos horas, se sigue con relativo interés, pues muchas veces resulta cansina y abrumadora, pues resulta un pastiche intergaláctico poco inspirado. No obstante, los amantes del género encontrarán referencias cinéfilas en la película, no muy difíciles de descubrir, que merecen la pena. Aunque, personalmente, disfruté más con el visionado de Prometheus, cinta imperfecta pero mucho más sugerente y prometedora que ésta.

JR PALOMAR.-

Pie de foto: Kurylenko y Cruise, cara a cara en Oblivion.

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