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EL UNIVERSO NOIR Y ULTRAVIOLENTO DE TARANTINO

EL UNIVERSO NOIR Y ULTRAVIOLENTO DE TARANTINO

Tarantino es un gran cineasta que hizo una valiosísima aportación al universo noir en los años 90. Según los autores Alain Silver y James Ursini en los primeros 5 años de la década de los noventa se produjeron tantos films como en el periodo comprendido entre los años 1967 y 1989. Es un dato que hay que tenerlo muy en cuenta. Tarantino irrumpió como un auténtico huracán en el panorama cinematográfico mundial con Reservoir Dogs (1992) y Pulp Fiction (1994). El fenómeno Tarantino trascendió el ámbito estrictamente cinematográfico para convertirse en un fenómeno cultural. Nicholas Winding Refn, autor de la aclamada Drive, sigue los mismos pasos de Tarantino. Y ha habido otros que han querido imitar su manera de hacer cine, pero sin éxito. El gran acierto del de Knoxville fue que fusionara con maestría e ingenio el cine de entretenimiento y el cine de autor. Para muchos eran dos maneras de entender el cine totalmente contrarias y se excluían mutuamente, pero Tarantino demostró que el cine no entiende de barreras ni de prejuicios.

Reservoir Dogs trataba sobre unos delincuentes que iban a robar un banco (hasta ahí todo bien), pero en vez de mostrar el atraco (que sería lo más lógico), prefirió centrarse en otras cosas. Tarantino sorprendió con su innovadora propuesta, ya que, él decidió lo que era importante y lo que no. Y para el asombro de muchos el gran momento del atraco no era tan interesante como podía ser una conversación cualquiera entre los mafiosos. Tarantino juega con las expectativas del espectador y, como ha admitido muchas veces, le encanta subvertir las convenciones del género. Y con Pulp Fiction fue mucho más allá. La estructura narrativa que ideó para la ocasión fue aún más compleja que la de su anterior obra. Pero su estilo no sufrió ningún cambio. Los ingeniosos diálogos y los tiempos muertos no habían perdido ni un ápice de protagonismo. Y la violencia podía estallar en cualquier instante, por ello, la tensión y el desconcierto aumentaban cada vez que nos hacía partícipes de más conversaciones “banales”.

ICONOS

Pulp Fiction es quizás la película más incónica de su director. Un reparto coral inspirado, una suma de historias, la recuperación de una vieja gloria denostada, como John Travolta, se unen a una definición del universo violento y salvaje, con escenas impactantes, que ya explotó en Reservoir Dogs mezclados con unos diálogos de una verborrea impresionante, con un sentido del humor muy negro. También supondría el inicio de su fructífera colaboración de actores como Uma Thurman y Samuel L. Jackson. Una película que le puso en el panorama cinematográfico mundial y que le otorgó un Oscar al mejor guión y una Palma de Oro en Cannes.

Jackie Brown fue una vuelta de tuerca al universo pulp y ultraviolento de Tarantino. Una película mucho más reposada, tranquila y calmada en la que filmaba, por primera vez y dándole una relevancia muy grande, una historia de amor en los bajos fondos, entre dos estrellas también venidas a menos: Pam Grier -star de la blaxplotation de los 70- y Robert Forster. Ésta es su obra más clásica y menos impactante, con la menor acogida entre sus acólitos.

En cambio, con el díptico Kill Bill y la venganza de su Novia Sangrienta ( de nuevo Uma Thurman se convierte en incono), Tarantino planteó un festival de hemoglobina, cuerpos desmembrados y ultraviolencia desmedida, muy cercana al gore, para deleite de sus fans que con Jackie Brown, se habían quedado ávidos de la parte más salvaje del director.

Death Proof fue bastante incomprendida, a pesar de ser un homenaje al cine de los 70 y a películas como El diablo sobre ruedas (de Steven Spielberg) y pasó de puntillas por las salas, siendo una de sus obras menores menos consideradas.

RECUPERANDO EL PRESTIGIO

En cambio, recuperó el prestigio con Malditos Bastardos, una cinta que mezclaba el clasicismo de las historias de nazis de toda la vida con las explosiones de violencia y diálogos agresivos made in Tarantino. Con un reparto impresionante de actores de todas las nacionalidades: el americano Brad Pitt, la francesa Melanie Laurent, los alemanes Daniel Brühl, Michael Fassbender y Diane Krueger. La película supuso el descubrimiento de un actor de enorme talento en un personaje francamente carismático a la par que desagradable, el del coronel Hans Landa. El austríaco Christoph Waltz fue el primer de sus prestigiosos actores en ganar el Oscar. La película, a caballo entre el clasicismo y la modernidad, supone el precedente que sentaría las bases para Django Desencadenado. 

En Django Desencadenado, Tarantino homenajea a los spaghetti-westerns de Sergio Leone. El director italiano ralentizaba la acción, mostrando el juego de miradas, cosa que se convirtió en la seña de identidad de su estilo. Tarantino tomó muy buena nota de ese recurso aunque, en vez del silencio y las miradas (que mantenían al espectador intrigado), el director de Knoxville emplea la palabra, es decir, conversaciones que no vienen a cuento para jugar con la paciencia del espectador. La acción se detiene de repente y empiezan a hablar de cualquier tontería, pero luego cuando menos te lo esperas estalla la violencia y empieza la fiesta. Y eso es, Django Desencadenado, un festival para los fans del director.

BEÑAT EIZAGIRRE INDO y SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Pulp Fiction es la película más icónica de Tarantino.

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