LOS OBSTÁCULOS VITALES DEL HOMBRE CONTEMPORÁNEO
Una vida mejor (Une vie meillèure), de Cédric Kahn, es una realista película sobre un hombre y las dificultades que la vida pone en su camino. El protagonista es Yann (Guillaume Canet), un cocinero que conoce a una mujer libanesa, Nadia (Leila Bekthti-La fuente de las mujeres, Un profeta), que es madre soltera de Slimane, un niño de once años. Se enamoran y deciden comprarse una casa, emprender un negocio, pero todo comienza a torcerse cuando, agobiados por los créditos impagados y las deudas económicas, Nadia decide irse a trabajar a Montreal, dejando a Slimane con Yann.
En un tono dramático y realista, la película nos cuenta el periplo vital de un personaje en el borde del abismo, volcado por amor, a una vida de penurias económicas y personales. El espectador se identifica fácilmente con este hombre joven, achuchado por la economía y por los problemas laborales y familiares, sufre con él, pensando en que nada le puede ir ya peor, pues su vida parece condenada al fracaso.
Sólo existen unos tímidos destellos de comedia hacia la mitad de la cinta, pero el film se ve con el corazón encogido, lo que no quiere decir que la cinta sea emotivamente facilona ni pretenda buscar la lágrima fácil en el espectador, sinó que la narración es sólida, los personajes muy creibles y el guión, sin fisuras.
Así pues, enmedio de tanta desolación, siempre quedará lugar para la esperanza...o no. Así pues, se trata de un contundente y realista drama social, para comprender los males que azotan al ciudadano de a pie en una gran ciudad, que no necesariamente tiene porque ser París, pues es una historia universal de un hombre que luchará contra viento y marea para aprender a ser padre, superar las circunstancias adversas y los obstáculos que la vida le interpone en su camino.Una historia muy apropiada en estos tiempos de crisis que corren.
SONIA BARROSO.-
Pie de foto: Yann y su hijastro Slimane, condenados a entenderse.
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