¡LARGA VIDA AL WESTERN!

Este último año, hemos visto resurgir un género con fuerza, en sus más variadas formas: Se trata del western.

En febrero nos sorprendimos gratamente con Valor de Ley, el remake propuesto por los hermanos Coen de una película del año 1969 con el mismo título. En esta ocasión no era John Wayne sinó Jeff Bridges que encarga a Rooster Cogburn, un alguacil deslenguado pero valiento que atraviesa una tierra hostil en compañía de una niña -Hailee Steinfeld, un gran descubrimiento como actriz-. El western servía de excusa para ahondar en lo más profundo del alma humana y, en cada recoveco emocional la película se hacía más íntima.

De un western intimista a uno de animación. Rango, que llevaba la marca de Johnny Depp en cada gesto y manera de ser de este camaleón tan especial, tambien nos sorprendió. Aquí los escenarios y personajes propios del western servían para crear una cinta de aventuras y acción con muchísimas referencias cinéfilas a otros films.

A principios del verano Blackthorn, de Mateo Gil, reformulaba el género tomando como punto de partida al legendario Butch Cassidy de la conocidísima Dos hombres y un destino. De nuevo, el western volvía a hacerse intimista importando más las reflexiones de sus personajes que la propia acción.

Ahora con Cowboys & Aliens, el western se reinventa y se fusiona con la ciencia ficción en un "espectáculo palomitero", tal y como acabamos de comentar en Facesonthebox.

SONIA BARROSO.-

Nota: Valor de ley la reseñamos en el mes de febrero, Rango en el mes de marzo, Blackthorn en el mes de julio y Cowboys & Aliens a finales de agosto.