HONOR, LEALTAD Y AMISTAD EN EL ALTIPLANO BOLIVIANO
Blackthorn es la nueva película de Mateo Gil, un western que recupera la mítica figura del asalta bancos Butch Cassidy, quien fuese interpretado por Paul Newman en la no menos mítica, Dos hombres y un destino.
En esta ocasión es Sam Shepard, que tras 27 años después de sus andanzas con su amigo Sudance Kid y de la muy probable muerte de los dos en un tiroteo en Bolivia vive en el altiplano del país andino, retirado de toda aventura, como criador de caballos. Es cuando topa casualmente con un ingeniero español, Eduardo Apodaca (nuestro Eduardo Noriega) que ha robado en la mina donde trabajaba (y que no es cómo realmente parece ser) que Butch, que ahora se hace llamar James Blackthorn, ve una nueva posibilidad de aventura y amistad como las de antes.
La cinta es un western de personajes y nos habla de la posible amistad que se forja entre dos hombres que no pueden ser más distintos. También pervive la idea romántica y nostálgica de un pasado en que los códigos del honor, la lealtad, la amistad y el amor se regían por unos parámetros mucho más humanos que los actuales, la idea mejor de la cinta, que le da su pleno sentido.
Aunque sea una película de personajes, la relación entre Blackthorn y Apodaca nunca llegará a ser la que hubo entre Butch Cassidy y Sundance Kid, a los personajes les falta el calor y la humanidad de aquellos, incluso su "compadreo" y sentido del humor.
El momento más emotivo del relato es quizás el de la relación entre Blackthorn y su sirvienta,Yana, interpretado por Magaly Solier. Incluso hay más humanidad en el respecto mutuo que acaba sintiendo el agente Mackinley (soberbio Stephen Rea), que llava toda una vida detrás de aquellos asaltabancos.
El paisaje del altiplano es otro personaje más, a veces austero, muchas otras desolador, que acoge la huida de estos dos hombres hacia un destino que no se sabe muy bien cuál será.
Estamos pues ante una propuesta de western extraña, un relato psicológico, donde importan más los personajes que la acción, pero en el que el espectador no acaba de entrar en la trama en muchos momentos por su falta de emoción y de sentido del humor.
SONIA BARROSO.-
Pie de foto: Blackthorn y Apodaca frente a frente.
Nota: La película se estrena el viernes 1 de julio.
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