JOHNNY DEPP: UN CAMALEÓN CAPAZ DE REINVENTARSE A SÍ MISMO
Con su perilla, su media melena al viento, su estilo bohemian-chic y una carrera muy variopinta, Johnny Depp es ahora y desde que tenía unos doce años, mi actor favorito. A sus 47 años (que para nada aparenta) ha llegado a un momento dulce, combinando comercialidad, como es el caso de The Tourist, y propuestas más de autor con sus directores fetiche, como Tim Burton.
He de confesaros que soy una seguidora bastante fiel de todos sus trabajos, en realidad, creo que sólo me faltan por ver dos de sus películas, The Libertine y Miedo y Asco en Las Vegas. Y, aunque le prefiero en papeles singulares, Johnny siempre le da un sello muy personal a todos sus personajes. Inolvidable para mí en ¿A quién ama Gilbert Grape?, Benny & Joon o más recientemente en Sweeney Todd, Johnny es de una raza única, tocado por una gracia especial que hace que incluso una saga tan comercial como Piratas del Caribe tenga al carismático Jack Sparrow como insignia y que valga la pena pagar la entrada.
Muchas gracias, amigos de Fotogramas, por dedicarle este reportaje al que, problablemente será un actor que nunca pase de moda, porque se reinventa constantemente, él es la moda.
SONIA BARROSO.-
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