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EL SACRIFICIO DE LAS RAMERAS

EL SACRIFICIO DE LAS RAMERAS

Zhang Yimou vuelve a nuestras carteleras con esta magnífica película protagonizada por el actor Christian Bale. En septiembre del año pasado se estrenó en nuestro país Amor bajo el espino blanco (2010), una sencilla y bonita historia de amor que encandiló a los seguidores del cineasta chino más reconocido en Occidente. Y 6 meses después de aquello, European Dreams Factory nos trae la última producción titulada Las flores de la guerra (2011), que aunque llegue con retraso se trata de una excelente noticia para los amantes del cine asiático. Y los que son reacios a ver películas asiáticas tienen en Christian Bale un buen motivo para acercarse a ella.

Estoy seguro de que no se arrepentirán, ya que, estamos ante una gran obra. La distribuidora no podría haber elegido mejor fecha para estrenarla, ya que, el 8 de marzo es un día señalado para poder denunciar a los cuatro vientos los abusos y los maltratos que sufren las mujeres en todo el mundo. La crisis económica ha empeorado la situación que viven muchas mujeres y por consiguiente hoy es más necesario que nunca reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres.

Esta cinta tiene como objetivo denunciar las violaciones cometidas por los soldados japoneses en Nankin durante la guerra chino-japonesa. Por ello no tiene nada que ver con la agradable cinta de Amor bajo el espino blanco. En esta ocasión Yimou nos quiere hablar de los horrores de la guerra.

No obstante, el autor no sólo quiere mostrarnos la violencia que padecieron las mujeres en la guerra, ya que, nos muestra unas mujeres fuertes y decididas que no aceptarán ser simples víctimas. Las flores de la guerra cuenta la historia de unas mujeres que supieron hacer frente a la barbarie y la sin razón. Por fin parece que la heroicidad no sólo es cosa de hombres, por ello, es de agradecer que el director más prestigioso de la llamada quinta generación se decidiera contar esta bella y, a la vez, trágica historia que logra emocionar e impactar al espectador.

Hoy en día los cineastas de todo el mundo siguen denunciado las atrocidades que se cometieron en la guerra, porque las heridas del pasado no se cierran hasta que no sale a luz la verdad. Hasta que no se haga justicia los muertos no podrán descansar en paz, por lo tanto, es necesario que los jóvenes reivindiquen la memoria de los que perdieron. Ciudad de vida y muerte (Lu Chuan, 2009) ganadora de la Concha de Oro en el festival de San Sebastián fue otra gran película que denunció la masacre que perpetuaron los soldados japoneses en Nankin el año 1937.

Yimou nos trae esta dura historia para que podamos saber de primera mano lo que hicieron los japoneses con los civiles que encontraban a su paso, pero es una película que también nos habla de la heroicidad de unas mujeres que, a los ojos de la sociedad, eran malas. Por lo tanto, es una película que pretende transmitir esperanza. En los momentos más difíciles se demuestra lo que uno es realmente, por esa misma razón, la película nos puede recordar La diligencia (1939), de John Ford. Está claro que la condición o la clase no es lo que verdaderamente importa a la hora de juzgar a las personas, ya que, los actos de cada uno demuestran lo que uno vale.

Las imágenes de la guerra son realmente espectaculares. La estética de Yimou es como siempre exquisita y está muy bien cuidada. La película está basada en la novela del mismo título de la famosa escritora Geling Yan. La autora de Las flores de la guerra también ha trabajado para el cine escribiendo guiones como Forever Enthralled (2008) de Chen Kaige. Las mujeres del barrio rojo se refugiarán en la catedral de Winchester y allí tendrán que convivir con las estudiantes y con un occidental. Disparando a perros (Michael Caton-Jones, 2005) es una sencilla e interesante película que trata sobre el genocidio en Ruanda.

En aquella ocasión los protagonistas eran blancos, y los negros eran los últimos monos, no pintaban absolutamente nada en la trama. No obstante, En Las flores de la guerra, Christian Bale tiene que compartir el protagonismo con la prostituta Mo (Ni Ni) y con la estudiante Shu (Zhang Xinyi). No es una cinta para que el actor de Hollywood se luzca en todo momento. Está claro que su papel es importante, pero los verdaderos héroes de esta magnífica y emotiva película son las mujeres. Y eso le da aún más valor.

Lo que quiero decir es que los chinos que aparecen en la pantalla no están supeditados al hombre blanco, todos tienen algo que decir; los personajes chinos no son simples caricaturas. Se trata de una obra que no dejará indiferente a nadie. Hay escenas que son realmente escalofriantes. Dura y emotiva a partes iguales. Y el mensaje de la misma es interesante, puesto que, las mujeres no tienen por qué ser siempre víctimas, y aunque lo sean en un determinado momento, eso no significa que sean incapaces de responder y hacer frente a sus verdugos. Por todo esto, se puede afirmar que Las flores de la guerra es una indispensable obra. Honesta y valiente. Las víctimas pueden perfectamente convertirse en heroínas.

BEÑAT EIZAGIRRE INDO.-

Pie de foto: Christian Bale es el reclamo hollywoodiense de esta estupenda película sobre las atrocidades japonesas en Nankin.

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