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DESPERTAR SEXUAL Y AFECTIVO

DESPERTAR SEXUAL Y AFECTIVO

Las sesiones, de Ben Lewin, guarda algunas similitudes temáticas por lo que se refiere en cómo vivir con una discapacidad con Intocable, de Eric Toledano y Olivier Nakache y de la reciente Hasta la vista, de Geoffrey Enthoven, aunque va más allá. La historia real de Mark O´Brien, un poeta y escritor con la polio, que vivió hasta los 49 años, la mayor parte de su tiempo dentro de un pulmón de acero, no sería apreciable sin una peculiaridad. Decidió tomar lecciones para hacer el amor por parte de una terapeuta sexual, un oficio hasta ahora totalmente desconocido para la gran mayoría de público.

Pero si nos pensamos que Las Sesiones es un drama sobre el día a día de este discapacitado y sobre su inducido despertar sexual,estamos muy equivocados. Sí que es cierto que la película se centra en su núcleo central en la relación que estableció con Cheryl, su terapeuta. No obstante, también conocemos otros aspectos de su personalidad: como su afición a la poesía, su sentimiento religioso -que le lleva a tener un gran sentido de la culpa, debida a su formación católica- en las conversaciones con el padre Brendan y la búsqueda del amor, más allá de sus limitaciones físicas.

El gran acierto de esta película es su reparto, especialmente su pareja protagonista (ambos nominados a los Globos de Oro): John Hawkes da en el clavo a la hora de interpretar la polifacética personalidad de O´Brien, mientras que Helen Hunt está espléndida como Cheryl -suya es una de las escenas más conmovedoras del relato-. Así pues, Hawkes y Hunt hacen creíbles sus roles en los que se desnudan física y emocionalmente sin ningún tipo de complejo. Tampoco se queda atrás William H. Macy, como sacerdote, en el papel que introduce algunas de las conversaciones más divertidas e hilarantes de la función.

Las sesiones gustará por su original tratamiento de la sexualidad en los discapacitados y por acercarnos una profesión desconocida: la de los terapeutas sexuales, así como por el humor que impregna el personaje de Hawkes, que se toma con filosofía su descapacidad. No obstante, algunas decisiones de guión son poco arriesgadas, es decir, que se repiten varias veces y de modo muy similar algunos momentos del relato. A pesar de ello, Las sesiones es una película que, en sólo hora y media, induce a la reflexión, a la vez que es disfrutable y conmovedora. ¿Se le podía pedir más?

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Mark y Cheryl en plena sesión.

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