EVOLUCIÓN DEL CINE INDEPENDIENTE AMERICANO
El termino “Cine Independiente” ha cambiado a lo largo del tiempo, pero ahora vayamos al origen de esta definición. Fue en la década de los veinte del siglo pasado cuando Thomas Alva Edison controlaba la industria, pero algunos productores se rebelaron contra las exigencias económicas que imponía el inventor, así que se unieron y crearon “Greater New York Film Company” y se denominaron Independientes. Entonces fue la primera vez en la que en el séptimo arte se oyó esta palabra.
Algunos años después de dicha anécdota surgieron en Norteamérica una oleada de nuevos directores: Martin Ritt, Hud, el más salvaje entre mil (1963), Sidney Lumet El prestamista (1964), John Frankenheimer, El mensajero del miedo (1962), que pelearon contra las grandes productoras (qué eran las mismas que décadas antes se habían llamado “independientes”) para tener mayor control de sus trabajos.
La película que marcó un antes y un después en los filmes yankees independientes fue Easy Rider (1969), dirigida por Dennis Hopper. Esta historia de dos moteros en su viaje al carnaval de Nueva Oleans cambió a toda una generación de creadores cinematográficos y, además, fue la primera película independiente que fue distribuida por una gran productora logrando un exitazo al instante de estrenarse.
En los últimos veinte años el cine independiente americano ha evolucionado en trabajos con contenidos más juveniles, pero sin olvidar ese dueto que lo forman Pareja+Vida; quizás los personajes y las tramas sean un poco más mundanas: Richard Linklater, Antes del Amanecer (1995), Alex Holdridge, Buscando un beso a medianoche (2007), Marc Webb, 500 Días juntos (2009)… Pero no han olvidado el lema del cine independiente: “No queremos películas rosas, sino del color de la sangre”. No podemos ignorar que esa tendencia camina al mismo paso que los problemas del presente y que, dentro de otros veinte años, el cine independiente estará abordando otros temas con otras proposiciones que hagan del mundo un poco más comprometido.
JORGE GIRBAU BUSTOS.-
Pie de foto: La película que marcó un antes y un después en los filmes yankees independientes fue Easy Rider (1969), dirigida por Dennis Hopper.
1 comentario
Beñat -
Pero por desgracia al final el mensaje es el mismo de siempre. La familia debe permanecer unida, aunque la persona que tienes al lado te trate como una mierda. Hay que perdonar a tu pareja porque siempre debe prevalecer el amor. Defiende la monogamía a capa y espada y no me gustan las películas moralistas (ya tenemos suficiente con las de Hollywood). Parece que es una película diferente, pero no es así, porque el puritanismo acaba impregnándolo todo. Una persona no tiene porqué seguir aguantando a su pareja, la fidelidad a la pareja no existe. La fidelidad significa que tienes que ser fiel a ti mismo, nada más.