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VUELVE BOURNE...NO, ES AARON CROSS DISPUESTO PARA LA ACCIÓN

VUELVE BOURNE...NO, ES AARON CROSS DISPUESTO PARA LA ACCIÓN

El legado de Bourne, de Tony Gilroy (Michael Clayton), es la cuarta parte de la saga de Jason Bourne y heredera natural de esta trilogía de películas: El caso Bourne, el mito de Bourne y El últimátum de Bourne, las tres protagonizadas por Matt Damon.  No es necesario haber visto las tres precedentes para disfrutar de ésta, pues funciona de modo independiente.

En esta ocasión, es Jeremy Renner (En tierra hostil, The Town, Los Vengadores) el que toma el relevo con otro personaje de pasado complicado: es el agente Aaron Cross, programado para obedecer órdenes y no para romper las reglas.

Cuando el departamento de Defensa de EEUU decide cerrar el programa Outcome de agentes -programados para misiones arriesgadas y de larga duración-, comienzan a eliminar uno a uno a los que quedan. Aunque Aaron consigue sobrevivir. Paralelamente, la Dra. Marta Shearing (la siempre solvente Rachel Weisz -El jardinero fiel, My blueberry nights-) ve cómo toda su vida profesional y personal se desmorona...Los destinos de ambos parece que van a encontrarse...Y hasta aquí podemos explicar para no desvelar una trama en la que se mezclan diversos elementos del cine de espías a la antigua usanza, con el thriller científico, la acción pura y dura y el romance en circunstancias poco convencionales.

El dúo Renner-Weisz funciona con la precisión de un mecanismo de relojería, sus personajes se complementan a la perfección, son versátiles, solventes y polivalentes y son muy resultones y explosivos como pareja de acción; a la vez que su incipiente romance -más allá de las circunstancias extremas que les toca sufrir- resulta totalmente creíble. El único punto negativo es que se le podría haber sacado más jugo al personaje de Edward Norton, una verdadera lástima tratándose de un actor tan competente.

Si que es cierto que hay momentos en que el guión es tramposo, rocambolesco y en algunas secuencias un poco inverosímil -como son sus memorables y bien resueltas escenas de acción, tales como las del tramo final en Manila-, pero qué importa. Si lo que estáis buscando es pasarlo pipa durante dos horas y cuarto en una sala de cine, ésta es una propuesta adrenalínica de lo más estimulante.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Una resultona pareja de acción, Jeremy Renner y Rachel Weisz.

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