ANALFABETISMO EMOCIONAL VERSIÓN 2.0

¿Qué méritos tiene La Red Social para haberse convertido en uno de los títulos imprescindibles de finales de 2010?

En primer lugar, que habla sobre un genio que, con menos de 30 años ha conseguido uno de los mayores empresariales dentro y fuera de las nuevas tecnologías.

Mark Zuckerberg, interpretado por Jesse Eisenberg (nominado al Oscar por este papel) es presentado como un empollón asocial, cínico y ávido de reconocimiento social y personal pero que siendo un pope de la red más potente es, a su vez, un analfabeto emocional.

Los litigios con sus compañeros de andanzas, Eduardo Saverin y los gemelos Winclevoss, es el eje vertebrador de un filme cuya principal arma es un guión intelectual y técnicamente muy bien trabado por Aaron Sorkin.

La película, con el pretexto de hacer una crónica de la creación de Facebook, lo que realmente nos explica es la alienación e incomunicación de aquellos seres humanos, quienes protegidos pos una pantalla, prefieren ser testigos de las vidas exhibidas por sus presuntos amigos de la red, (la mayoría de ellos conocidos, o ni siquiera eso) que actores de la suya propia. Y, con ello, acaban evitando todo contacto personal. 

No sabemos cuántas de las ocho nominaciones a las que opta este film de David Fincher se acabaran materializando en premio, el más cantado parece el que irá a parar a su guionista. David Fincher ha hecho una película de estética muy parecida a todas sus anteriores obras, pues no en vano, nos recuerda a Zodiac, La habitación del pánico en su predilección por los tonos azules y oscuros a tono con las frías emociones de los personajes que deambulan por todas ellas. Así pues, esta película es sobre todo, una historia bien contada, que refleja una gran paradoja sobre el mundo actual y las nuevas tecnologías.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Mark Zuckerberg y sus compañeros inmersos en "La Red Social".