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IMAGINERÍA JAPONESA

IMAGINERÍA JAPONESA

Una de las cumbres del estudio Ghibli fue,sin lugar a dudas, El Viaje de Chihiro (2001). Acaparando más de 15 premios internacionales, al año siguiente de su estreno alcanzó lo que ninguna otra película de animación había conseguido: el Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín, eso sí, fue un ex-aecquo con Bloody Sunday, de Paul Greengrass.También se alzó con el Oscar a la mejor película extranjera (entonces aún no existía la categoría de animación dentro de las estatuillas doradas).

¿Cuál es es su fórmula mágica? Aderezada como nunca de imagenería japonesa, la cinta nos relata las increíbles aventuras de Chihiro, una temerosa y en apariencia debilucha niña de 10 años, transportada a un mundo mágico que en, este caso es una casa de baños antigua, cuyos clientes son deidades y espíritus más o menos limpios y que se ve obligada a trabajar para sobrevivir y salvar a sus padres, víctimas de un hechizo por culpa de su gula. Ayudada por Haku, un misterioso trabajador del lugar, logrará convertirse en toda una mujer y vencer las dificultades.

Hermosa en su concepción, llena de acción y aventura, resulta un tanto extraña sinó se está familiarizado con todo el mundo imaginario nipón que se describe. Aunque aparecen, de nuevo, algunas de las constantes del director, Hayao Miyazaki: pequeñas heroínas, que tiran adelante sin la ayuda de sus padres; ancianas más o menos malvadas o benévolas; personajes a los que se les brinda una oportunidad para ser mejores, porque el corazón y los buenos sentimientos siempre van acompañados del coraje y el esfuerzo de querer avanzar sin mirar atrás.

Provista de una gran carga emocional y moral, la película se sigue con interés hasta un final demasiado complaciente, que no hace justicia al periplo vital que sigue la protagonista.

SONIA BARROSO.-

Pie de foto: Chihiro sorteará toda clase de peligros con su determinación.

Nota: La película se encuentra en DVD.

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