LA VIDA TE DA SORPRESAS...SORPRESAS TE DA LA MUERTE...
Partiendo de un amplio elenco de actores, aparentemente muy duchos en el arte teatral, se construye una comedia divertida, con ritmo, de esas que cuando acaban los créditos uno se pregunta “¿ya esta?” sin apenas darse cuenta de los 90 minutos transcurridos.
Combina gags que podrían haber fimado los mismísimos hermanos Farrelly con otros dignos de haber aparecido en Vacaciones en Roma y eso tiene su mérito.
El punto negativo de la cinta lo pone esa especie de “discurso redentor” con el que se intenta excusar los deslices del silencioso protagonista así como el recurrido recurso del recipiente.
Dirigida por el norteamericano Frank Oz, es una muestra que la mancha de aceite de la globalización cinematográfica afortunadamente aún no se ha cobrado todas sus víctimas. Esperamos que sea así por mucho tiempo.
Como curiosidad, comentar que gran parte del público rió a mandíbula batiente en más de una ocasión y que no se desalojó gran parte de la sala hasta que aparecieron en los créditos el nombre del traductor de los subtítulos. Lo nunca visto.
DAVID PALOMAR.-
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