LAS CASAS TIENEN ALMA
Las horas del día, de Olivier Assayás, es una hermosa e intimista película que nos obliga a reflexionar sobre temas que, a menudo, no nos paramos a pensar.
El paso del tiempo, el peso de los recuerdos familiares, las obligaciones y egoismos de la vida moderna se nos revelan en esta cinta coral, interpretada con maestría, por Charles Berling e Irene Scob, sobre todo, como el hijo mayor y la madre que muere, después de una vida plena.
Tres hermanos, tras la muerte de su madre, se ven obligados a replantarse qué hacer con la herencia familiar, especialmente con una antigua casa enmedio de unos bucólicos parajes de la campiña cercanos a París y de las obras de arte que allí están guardadas. Lo que los hermanos no entienden -al menos dos de ellos- es que en esa casa habita aún el alma de su madre y, que con la venta de ésta, todos los recuerdos familiares allí vividos se desvanecerán. Sólo la nieta mayor parece entender un poco lo que va a suceder...
Melancólica en su justa medida, este film nos plantea el tema de la inconsistencia humana y de cómo podemos dejar morir o pervivir los recuerdos. Es una pequeña joyita, veanla.
SONIA BARROSO.-
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