ESTA CINTA HAY QUE VERLA TWICE
Hay que ver a Once como un inmenso videoclip y es así como debería pasar a la Historia. A ratos rodada en pleno estilo Dogma y con cruda e incómoda profusión de sonido ambiente, es una deliciosa historia donde el amor por la música se muestra inmensamente fuerte, eclipsando al conato de flirt. Situados los personajes en el Dublín actual, sobreviven a los sinsabores de la vida alimentandose de condimentos musicales.
Hay que tener en cuenta que la mayoría del reparto son músicos y a pesar que se trata de una historia ficticia, es sorprendentemente creible a pesar que su registro en la gran pantalla es más bien limitado. No obstante superan con creces a Mónica Bellucci...
En la misma hay momentos memorables: Un músico ya granadito, reune en su minihabitación del hogar familiar a su corte de instrumentistas, y su padre, en vez de quejarse de él, les sirve té y galletas.
La música que les une es una mezcla de la Van Morrison y Radiohead, es decir, la alegría de la huerta. No obstante el deseo de seguir adelante junto a otros harapientos de la sociedad de consumo les hace llegar a una pequeña meta que desembocará...véanla y no se arrepentirán.
DAVID PALOMAR.-
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