Blogia
facesonthebox

CUANDO EL TRABAJO SE CONVIERTE EN OBSESIÓN

Zodiac, la última propuesta de David Fincher, no es un thriller de psicópatas al uso. Si que es cierto que hay un asesino en serie que, a finales de los 60 y principios de los 70, mantuvo en vilo a medio departamento de policía de San Francisco y atemorizó a los ciudadanos de la ciudad y el estado.

La película narra la relación que tres hombres muy distintos mantuvieron con este caso. Por un lado, el periodista de investigación del San Francisco Chronicle, Paul Avery -al que da vida el siempre magnífico Robert Downey Jr. en el papel del alcoholizado y neurótico plumilla-. Por otro, de uno de los policías que lo investigó, interpretado por Mark Ruffalo. Y por último, Robert Graysmith, un dibujante de tiras cómicas del diario que, a partir de su relación amistosa con Avery, decidió tomar las riendas de la investigación llegando a poner en peligro su relación familiar y personal, a la par que su propia vida. Para Graysmith, su investigación se tornó en lucha obsesiva e incesante por conocer la verdad y desentrañar quién se encondía bajo la identidad de Zodiac. Jake Gyllenhaal da vida a este hombre trastornado que se torna simpático a ojos del espectador gracias al buen hacer del altramente conocido como Jake Twist en Brokeback Mountain.

Fincher imprime garra a un relato bien contado, con diálogos rápidos, de narrativa visual envolvente. No se recrea en los crímenes, en la sangre o en la brutalidad como en Seven, sinó que le interesa más la psicología de sus personajes y sus conflictos personales.

Los más cinéfilos encontraran guiños a Harry el Sucio, película que encumbró a Clint Eastwood como actor e incluso a la escena del sótano de Psicosis de Hitchcock.

Estamos ante una buena propuesta que adolece un poco debido a su dilatado metraje, pero que, en definitiva, destila aroma a buen cine clásico contemporáneo.

SONIA BARROSO.- 

0 comentarios