¿De verdad hay Keir a verla?
En esta cinta, el cronista con el cronómetro en mano, se pregunta si es necesario hacer una película de cerca de tres horas. La respuesta vendría dada por el número de bostezos (o incluso ronquidos) del respetable.
La saga estaba caracterizada por el protagonismo indiscutible de Johnny “rastas” Depp. Ahora uno se pregunta si el aumento de los emolumentos del mestizo son la justificación de un mayor protagonismo de Kiara Knightley y un cada vez menos nenita, Orlando Bloom. Un mayor protagonismo de estos protagonistas (de lujo) de segunda fila es bienvenido. Lástima de la lentitud de bastantes escenas. Seamos sinceros, un Depp sin hacer “nada”, es mucho más divertido que una desnaturalizada reunión de capos pirata. Deslucida es la esperada aparición de Chow Yun Fat.
Keith Richards, ¿un talento desaprovechado?. Bueno...recordemos que al patrio Paco Martínez Soria, le llegó la fama una vez llegada la sexta década. Es posible que el rey de las transfusiones, pueda estampar su huella en Hollywood Boulevard antes de reunirse con Lennon, Hendrix y compañía.
Los efectos especiales, casi constituyen un elemento de tanto protagonismo como algunos personajes, pero ¿pueden salvar la película? La mona, aunque se vista de seda, mona se queda.
Según lo enunciado, se deduce que esta tercera entrega, si bien tiene momentos brillantes, no está a la altura de la saga. Esperamos que la cuarta sea mejor.
DAVID PALOMAR.-
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