¡VIVA EL AMOR!
La boda de mi novia pertenece a ese subgénero que se ha hecho tan popular en la comedia romántica estadounidense que describe las mil y una peripecias antes de celebrar un enlace matrimonial donde, lo más importante no es el final -que ya conocemos antes incluso de entrar al cine a ver la peli-, sinó la sucesión de aventurillas más o menos graciosas de los protagonistas.
Heredera de clásicos del género como Cuatro bodas y un funeral y La boda de mi mejor amigo, o la más reciente 27 vestidos, es la historia del chico (Patrick Dempsey) que está, sin saberlo, enamorado de su mejor amiga (Michelle Monaghan), pero que no se da cuenta hasta que la va a perder. En este caso, la chica en cuestión va a casarse con un apuesto y rico duque escocés, prototipo del príncipe azul de los cuentos.
Una cinta entretenida, que seguro hará las delicias de los amantes de la comedia romántica, a ratos divertida, otros un poco azucarada... Pero que sin duda hará exclamar a más de un corazón sensible, de nuevo, "¡Viva el amor!".
SONIA BARROSO.-
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