VIVE LA FRANCE REPUBLICAINE!!!
Y lo hace sin pretensiones.
Eso sí, ayuda un guión vodevilesco situado en la Francia Robespierresca, una puesta de escena que bien podría catalogarse de muy bien lograda y un ritmo a veces más desbocado a veces más ralentizado pero que nunca decae.
Capítulo aparte es el referido al interpretativo. Los actores son, sin duda, los que acaban de imprimir el aire de realismo. Sin ellos, sería muy fácil caer en la autoparodia. El elenco lo encabeza el simpático Gérard Jugnot, quien en esta ocasión no logra desencasillarse del papel de “sufridor” que ya le otorgó su papel en Los chicos del Coro, eso sí, en esta ocasión su papel tiene frívolas situaciones. El resto del reparto interpreta muy bien su papel y ayuda a que esta cinta se alce con el título de “Mejor película sin pretensiones del año”.
DAVID PALOMAR.-
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